Reunión CTA-Real Madrid: Medina Cantalejo habla de «cordialidad» y el club blanco le transmite que hay «un sesgo negativo»

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A las 12.30, con puntualidad británica, José Ángel Sánchez y José Luis del Valle, secretario de la Junta Directiva y firmante de la carta, llegaron en coche a la sede de la RFEF de fútbol. Minutos antes lo había hecho Medina Cantalejo. Hora y media después, a las 14.00 horas, fue cuando José Ángel y Del Valle abandonaron las instalaciones federativas. Noventa minutos de reunión constructiva, al menos a ojos del CTA: «Ha sido un encuentro muy cordial, con respeto absoluto por las dos partes. Hemos estado hablando y eso siempre es bueno. La conclusión que hemos sacado es que nunca está de más el sentarnos y que cada uno exponga su punto de vista. Yo creo que ha sido una reunión positiva. Esa es la valoración que hago por mi parte», dijo Medina Cantalejo.

El presidente del CTA aseguró que no fue una reunión de reproches y polémicas, sino todo lo contrario: «Si hubiéramos discutido, la reunión hubiera durado cinco minutos. Todo ha sido dentro de un clima de entendimiento y cordialidad y, sobre todo, de respeto». Cantalejo no desveló nada de lo hablado entre el Madrid y el CTA, ni tampoco lo que se decían en los audios, y solo deslizó que, aparte de la patada de Romero a Mbappé, no se habló de más acciones concretas sino de asuntos más generales: «El procedimiento ha sido el mismo que con otros equipos. Se habla de una jugada determinada y de otras circunstancias que suceden, pero de orden interno, no porque sean secreto, sino porque es algo que debe quedar entre nosotros».

El Madrid, que no va a emitir ningún comunicado ni va a hacer ninguna declaración sobre la reunión, se fue de Las Rozas como llegó. El club blanco sigue sin entender cómo es posible que Romero no fuera expulsado tras esa patada a Mbappé y con la sensación de que los árbitros están pitando en su contra de manera deliberada: «Hay un sesgo negativo», aseguran en el club blanco. Y así se los transmitieron a Medina Cantalejo.

Escuchar los audios no ha cambiado la opinión del Real Madrid. Ellos creen que se está pitando en contra de sus intereses de manera deliberada, pero no solo por esa acción de Romero, sino por muchas otras durante esta temporada y durante los últimos años. Ahí están los ejemplos recientes de los penaltis sufridos ante Atlético y Osasuna, y los no pitados en Pamplona, como el de Vinicius. Según entiende el Real Madrid, estas acciones no son fruto de la casualidad, sino de una campaña arbitral para perjudicar al equipo blanco.

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Por eso tanto José Ángel Sánchez como José Luis de Valle, cuyo tono serio se mantuvo durante toda la reunión, le hicieron saber a Medina Cantalejo que la situación había tocado fondo y que debía de haber cuanto antes una regeneración absoluta del sistema arbitral. Nada de parches ni soluciones a medias, sino una estructura clara de ascensos y descensos, así como una evaluación transparente de aciertos y errores. pero como ya desveló este periódico hace dos semanas, ahora mismo hay una guerra civil dentro del arbitraje español que hace muy complicado que Medina, que está sentenciado cuando acabe la temporada, pueda mover un dedo. Tendrá que ser Louzán quién, desde verano, acometa lo que pide un Real Madrid que no le valen soluciones medias ni parches. Quiere un cambio de raíz.