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El segundo palo

¿Toro o torero?

«No es igual dirigir al Leverkusen que al mejor club deportivo de la historia. En Alemania, Xabi sólo tenía que estar pendiente de no cortar el cable rojo mientras que aquí, en Madrid, va a vivir rodeado de ellos»

Gatopardismo en la Federación

Xabi Alonso, en el partido ante el PSG AFP
Juanma Rodríguez

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No es lo mismo jugar en el Real Madrid que entrenarlo. Y no es igual dirigir al Leverkusen que al mejor club deportivo de la historia. Allí, en Alemania, Xabi sólo tenía que estar pendiente de no cortar el cable rojo mientras que aquí, en ... Madrid, va a vivir rodeado de ellos. Y de todos los colores, rojos, amarillos, azules… Beenhakker sentó dos veces en el banquillo a Butragueño, la primera y la última. Cuentan que Mendoza le llamó a su despacho: «Usted jugó ayer con el patrimonio del club». Y así, no cortando aquel cable rojo, el entrenador holandés ganó tres Ligas seguidas con el Real Madrid. No es por nada que en el imaginario colectivo merengue se instaló hace tiempo la idea de que en el Bernabéu es mejor ser paloma que halcón, que conviene tener dos manos izquierdas y que no es tan importante ser un estratega genial como tener contentos a los jugadores.

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