Según el Comité de Disciplina de la RFEF, el centrocampista inglés del Real Madrid cumplirá «dos partidos de suspensión por actitudes de menosprecio o desconsideración hacia los árbitros, directivos o autoridades deportivas, con multa accesoria en cuantía de 700 euros al club y de 600 euros al infractor».
En el acta redactada por el árbitro del partido, Jesús Gil Manzano, justificó la tarjeta roja que supuso la expulsión de Bellingham en el comportamiento del inglés «aún en el terreno de juego», se dirigió a él «corriendo en actitud agresiva y a gritos, repitiendo en varias ocasiones: 'it's a fucking goal'».
El argumento esgrimido desde el Real Madrid para recurrir la tarjeta roja se basó en lo que consideran un error material manifiesto, ya que niegan la citada actitud agresiva de su futbolista que apuntó Gil Manzano en la redacción del acta, añadiendo que Bellingham únicamente se dirigió a Gil Manzano en una ocasión y no en varias.
«Carácter ofensivo o insultante»
Otro de los puntos discordantes entre Real Madrid y Gil Manzano es que la expresión utilizada por el centrocampista madridista «it's a fucking goal», «tenga carácter ofensivo o insultante», ya que significa 'es un maldito gol'.
A pesar de las alegaciones del club blanco, el Comité ha confirmado la sanción ya que «el repetido visionado de las imágenes no ha permitido a este Comité concluir, más allá de toda duda, que la acción que motivó la expulsión no se produjo tal y como la describió el colegiado y, en definitiva, probar el error material manifiesto en el relato arbitral».
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