El veto que enrabietó a Benzema: «Os vais a enterar de quién soy yo»

«No volverá a ser seleccionado hasta que la situación judicial evolucione. Es una decisión que yo debo tomar como presidente de la Federación francesa de fútbol», explicó el dirigente en una multitudinaria rueda de prensa ante el escándalo surgido por el caso de extorsión y chantaje sexual a Valbuena , compañero de selección de Benzema, en el que supuestamente habría participado Karim. Un delicado asunto que casi cinco años después sigue sin tener una solución judicial, pero sí un claro damnificado: el delantero blanco.

Benzema se sintió perseguido y juzgado por Le Graët, con la connivencia de Deschamps, sin pruebas reales que demostraran las duras acusaciones que provocaron su imputación el 5 de noviembre de ese 2015, un mes antes del veto del presidente: «Complicidad en tentativa de chantaje y participación en asociación de malhechores», delitos penados en Francia con hasta cinco años de prisión. Hasta el entonces primer ministro francés, Manuel Valls , se posicionó del lado de Le Graët, asegurando que un gran deportista debía ser ejemplar, y si no era ejemplar, «no tenía cabida en el equipo de Francia».

Aquella ola anti Benzema dolió a Karim, pero el jugador siempre creyó que la verdad acabaría por darle la razón y que su regreso a la selección de Francia se produciría mucho antes de lo que la gente se imaginaba, pero ni una cosa ni la otra. El caso sigue sin resolverse y su regreso con los «bleus» es hoy imposible: « Karim es un gran jugador, jamás he puesto en duda sus cualidades, pero la aventura de Francia está acabada para él», aseguró Le Graët en noviembre del pasado año, cuando el gran momento futbolístico de Benzema desempolvó el debate en Francia de su vuelta a la selección.

Benzema , hastiado, no tardó en contestarle sugiriéndole que le retirara el pasaporte francés para poder jugar con su país de origen, Argelia: «Noel, ¡pensé que no interferirías en las decisiones del entrenador! Yo, y solo yo, pondré fin a mi carrera internacional. Si crees que ha terminado, déjame jugar en uno de los países para los que soy elegible y ya veremos».

Aquellas palabras tampoco pillaron por sorpresa a Benzema que ya dio por imposible su vuelta con Francia cuando se quedó fuera del Mundial de 2018 . Entonces, Karim decidió volcarse en Karim y olvidarse por completo de Deschamps, Le Graët y la selección francesa. Tocaba mirarse el ombligo propio y enrabietado por un veto que considera absolutamente fuera de lugar e injusto, se hizo una promesa. Iba a demostrarle a todo el planeta fútbol y, en especial, a los causantes de su involuntario adiós a Francia, que el nueve número uno de su país y del mundo era él: «Os vais a enterar de quién soy yo». Y así está siendo.