Asensio pierde el atrevimiento

Faltan pocos días para que Luis Enrique haga una nueva convocatoria de la selección española y la citación del mallorquín para competir con el equipo nacional no está clara. Su momento de forma es muy bajo. Jugó una serie de partidos buenos entre enero y febrero, pero después ha vuelto a caer en el anonimato. No aporta su clase al fútbol del Real Madrid. El entrenador blanco ha decidido que debe apretar algunas tuercas para rescatarle del túnel oscuro de ideas en el que deambula este muchacho.

Asensio, es la verdad, se siente sin gol y, lo que es más grave, sin atrevimiento. Decir esto es negar su virtud, porque lo mejor de «Marco», como le llaman en el vestuario, es que cuando cogía la pelota lo primero que intentaba era encarar y desbordar a cuantos rivales osaban ponerse delante de él. « Coge el balón y va a regatear directamente al contrario, esa es su manera de jugar, es un futbolista distinto», decía Florentino Pérez de él con toda la razón. Era así cuando marcó sus golazos al Barcelona en la Supercopa de España hace unos años. Ese desparpajo de los afortunados con el talento es lo que Zizou quiere recuperar. Asensio posee todas las cualidades para triunfar al más alto nivel y no puede quedarse en la estacada.

El preparador francés se pregunta por qué ha perdido esa valentía que solo tienen los dotados con una calidad superior. Dice el técnico que el balear ha superado hace tiempo el estigma de su grave lesión, la triada, y que ahora le resta volver a jugar como antes, como siempre. Asegura su jefe que en la cabeza no le queda ningún miedo por el durísimo año de trabajo sacrificado en la soledad de Valdebebas, fuera del foco mediático , para volver a jugar. Su proceso de recuperación fue un éxito, todo lo contrario que el de Jesé, que sufrió una infección y después perdió su prioridad por el fútbol. Marco mantuvo su único objetivo de triunfar al máximo nivel y reapareció con éxito en el verano, en las once jornadas que dieron el título liguero al Real Madrid. Pero ahora, tras recibir 32 oportunidades de Zidane, 32 partidos suma ya esta temporada, no ha funcionado como se auguraba.

Ha marcado dos golazos y ha dado otros dos, pero poco más. Lleva desparecido en combate un mes. No aporta clase ni jugadas de peligro ni intención. Zizou piensa que ha perdido la confianza, porque ahora no se atreve, no arriesga, como hacía siempre. El chaval no es el de antes y Zidane quiere apoyarle psicológicamente para que saque toda su calse, su disparo, su regate y apueste al máximo en el campo, que no conceda pases fáciles, que lo suyo es hacer lo difícil. El francés trabaja mentalmente «para que Marco vuelva a ser Asensio», el que solucionaba partidos con su disparo, el que penetraba por la banda. Ya no lo hace. Le dice que lo intente. Tiene un apoyo del técnico que pocos disfrutan.

Mientras trabaja con ese fin, el responsable deportivo del Real Madrid medita si está siendo injusto con Vinicius y con Rodrygo, pues «Vini» es mucho más decisivo cuando salta al campo. En las últimas apariciones ha marcado un gol y ha dado otro a Benzema. El brasileño piensa que se merece mucho más. Su jefe lo sabe y pretende ser imparcial.

En esta tesitura, el entrenador madridista asume que a Marco Asensio le quedan nuevas ocasiones, pero no muchas, pues Hazard ha sido convocado para enfrentarse al Elche, vuelve a competir y el rol del mallorquín en el once titular se complica. Asensio no podrá decir que no tuvo oportunidades. A nadie le han dado tantas como a él.

Zidane tiene el bendito problema, muchos hombres para elegir. Eden Hazard, Asensio, Vinicius y Rodrygo pelean por jugar ante el Elche y el Atalanta. Veremos si Asensio reacciona ante esa presión interna.