Primavera negra en el Himalaya: cuatro muertos, un desaparecido y una decena de rescates

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Emilio V. Escudero

Con el inicio de la temporada de primavera a la vuelta de la esquina, el campo base de la montaña más alta del mundo se prepara para recibir al mayor número de visitantes de su historia

La última alarma llegó el lunes desde el campo base del Annapurna. Mientras se anunciaba la cima de varios de los alpinistas allí presentes, Mingma Sherpa -responsable de Seven Summit Treks (una de las agencias más importantes)- informaba de la desaparición del indio Anurag Maloo, de solo 34 años. Poco después, se hacía oficial la muerte de Noel Hannah (diez veces en la cima del Everest) mientras esperaba en el campo IV para iniciar el descenso.

Maloo habría caído en una grieta mientras bajaba desde el campo IV al III -alrededor de los 6.000 metros y no se había podido entablar contacto con él a pesar de realizar una búsqueda aérea. Anurag es uno de los alpinistas más reconocidos de su país y persigue el objetivo de escalar los 14 ochomiles después de haber hollado ya siete de ellos. La búsqueda a lo largo del martes, resultó infructuosa y las opciones de encontrarlo con vida son escasas.

Los esfuerzos de los equipos de rescate se centraron durante la mañana del martes en ese campo IV donde la situación fue dantesca, según explican en la web especializada Explorersweb. La falta de comida y de gas para fundir la nieve y obtener agua complicó mucho la situación de los alpinistas allí presentes, exhaustos tras haber alcanzado la cima o que transitaban camino de ella. Los helicópteros tuvieron que volar para rescatar a varios de ellos, afectados por las congelaciones y ceguera. Una situación caótica que convirtió al Annapurna en el foco del Himalaya.

El rescate que ya fue cancelado es el que perseguía encontrar los cuerpos de tres sherpas que fueron arrastrados a una grieta por la caída de un bloque de hielo el pasado 12 de abril.

Los fallecidos -Da Chhiree Sherpa, Lakpa Tendi Sherpa, and Lakpa Rita Sherpa- se encontraban atravesando un tramo de la peligrosa cascada del Khumbu para llevar material a un campo de altura cuando vieron cómo unos bloques de hielo «del tamaño de una casa» se les venían encima. Avalancha que les arrastro hasta una grieta donde quedaron sepultados.

Los intentos por encontrarlos con vida o por rescatar sus cuerpos han sido inútiles y tras varios días de trabajos infructuosos las autoridades dieron por finalizada la búsqueda. «Tras varios intentos de búsqueda y rescate, se han suspendido las operaciones. Están enterrados a demasiada profundidad y no parece posible recuperar los cuerpos«, declaró Bigyan Koirala, del departamento de turismo de Nepal.