Alpinismo
Una ciudad a los pies del Everest
Con el inicio de la temporada de primavera a la vuelta de la esquina, el campo base de la montaña más alta del mundo se prepara para recibir al mayor número de visitantes de su historia
El Everest a vista de dron: el techo del mundo como no lo habías visto nunca
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónUna tienda de campaña gigante con grandes ventanales permite contemplar el Everest sin importar el viento o el frío. Es la joya de la corona de 'Seven Summit Treks', una de las agencias más importantes del turismo de montaña nepalí. Allí, algunos de los ... clientes que pagan miles de euros por pisar el techo del mundo imaginan cómo será hacer realidad el sueño que los ha llevado hasta ese lugar recóndito del planeta. Al campo base más famoso de la Tierra. Una ciudad en miniatura situada a 5.300 metros de altitud que este año será más grande que nunca y donde nada falta: restaurantes, zonas de entretenimiento, áreas de descanso, lugares de recogimiento... y basura. Toneladas de desperdicios que, muchas veces, se quedan en la propia montaña.
Es uno de los problemas derivados del crecimiento sin control del turismo de montaña en Nepal, donde la búsqueda de ingresos se ha traducido en una política laxa con la expedición de permisos para escalar la montaña más alta del mundo. Objetivo al alcance de pocos bolsillos, pero que cada año tiene más pretendientes. A falta de que se hagan oficiales los números oficiales del Departamento de Turismo del país, se espera que esta primavera haya casi medio centenar de alpinistas –denominados por muchos turistas de montaña– en el campo base del Everest. La cifra más alta de la historia –alrededor de un cincuenta por ciento más de permisos que en 2022–, lo que estrechará los espacios en el campo base y anticipa problemas en la cima.
La montaña se queda a Iker y Amaia: dan por muertos a los dos montañeros vascos desaparecidos en Argentina
S. D.Iker Bilbao y Amaia Agirre fueron sorprendidos por un alud cuando descendían el pico Fitz Roy, en la Patagonia, el pasado jueves
Por cada uno de estos turistas se calcula que haya dos o tres trabajadores a su servicio: sherpas, traductores, cocineros, sanitarios... Una población total que superará de largo el millar de personas. Las causas de este incremento son varias, aunque una de las más importantes es la apertura de las fronteras en China, donde después de tres años sin poder salir por culpa del coronavirus, sus ciudadanos son por fin libres para viajar al exterior. Se espera que haya en el Everest un buen número de montañeros procedentes de ese país, que prefieren viajar hasta Nepal en lugar de escalar la montaña por la vertiente más cercana para ellos, en el Tíbet. Una ruta más técnica y donde, además, les exigen más preparación para poder optar a un permiso (tienen que tener al menos el ascenso a otro ochomil en su currículo para conseguirlo).
Aglomeraciones en la cima
La mayoría de aspirantes a la cima aún no han llegado –lo harán a mediados del mes de abril–, pero el campo base hace días que tiene una actividad frenética. Las grandes agencias llevan allí semanas tratando de reservar el mejor lugar para sus clientes. Parcelas a precio de oro. A ellos se han sumado en los últimos días los 'doctores del hielo', los encargados de abrir el camino por la peligrosa cascada del Khumbu y de coser la ruta con cuerdas fijas que allanen la aventura de los alpinistas.
Es el número de ascensiones que se lograron en 2019, que esperan ser superadas en esta temporada de primavera 2023
Estos sherpas serán los primeros en alcanzar la cima y con su éxito se abrirá el turno para todos los demás. Vía libre para abrazar el sueño y evitar una tragedia que sobrevuela cada temporada la parte alta de la montaña. Allí donde se vislumbra ya la gloria y se estrecha el camino a la cima. La zona de la muerte. Un lugar peligrosísimo por su altura –por encima de los 8.000 metros– donde los médicos recomiendan pasar el menor tiempo posible y en el que se forman las mayores aglomeraciones de la ruta.
Ya en 2019, el año en el que se batió el récord de ascensiones (877), se produjeron varias muertes por culpa de este atasco. Alpinistas que no supieron darse media vuelta o a los que les fallaron las fuerzas tras alcanzar su objetivo.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete