El idilio inesperado de Paula Sevilla: bronce en los 400 metros

Qué gran acierto. Después llegó el Campeonato de España, donde volvió a superarse (51.20). A esas alturas, ya estaba claro que la manchega de La Solana, de 27 años, apuntaba a logros importantes en el Europeo. El premio le ha llegado con un esplendoroso bronce tras otra carrera para enmarcar, en la que plantó cara a las dos favoritas: la neerlandesa Lieke Klaver, oro con 50.38, y la noruega Henriette Jaeger, plata con 50.45. Sevilla firmó un 50.99, nuevo récord nacional, igualando el registro histórico de Sandra Myers de 1991.

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Ahora le tocará reflexionar. En su fuero interno sigue viéndose como una atleta de 200 metros, y es en esa distancia donde quería enfocar sus entrenamientos para la temporada al aire libre. Sin embargo, tras esta actuación en el 400, sus opciones se multiplican, especialmente de cara al Mundial de Tokio.

Es la tercera medalla para España en el Europeo, tras el oro de Ana Peleteiro en triple salto y el bronce de Lester Lescay en longitud, logrados en la sesión del viernes. Aún podría marcharse de Apeldoorn con un segundo metal en el 4x400.

Iñaki Cañal, cuarto en el 400 masculino, estuvo a punto de redondear la jornada en una disciplina con resultados muy irregulares en los últimos tiempos. La sensación para el asturiano es agridulce, pero su posición es un buen premio a años de sacrificio, de momentos en los que quiso tirar la toalla por las lesiones y la falta de resultados.

Y aún hay más sorpresas. Ahí está Guillem Crespí, sexto en la final de 60 metros, después de una imponente e inesperada victoria en su semifinal. No le acompañó Abel Jordán, que se dejó ir en su serie tras sentir molestias en el aductor. Con su mejor marca de la temporada (6.54), se habría colgado el bronce.

Crespí terminó en 6.59, a una centésima de su registro en la semifinal y a cuatro de la medalla. El catalán se ha convertido en una de las revelaciones del campeonato.

Fátima Diame fue quinta en longitud en un concurso de alto nivel, en contraste con el triple salto que el viernes coronó a Ana Peleteiro. La valenciana logró 6.73 metros, su mejor marca de la temporada.

Jakob Ingebrigtsen impone tanto su autoridad sobre el resto de los atletas que hasta su forma de correr parece tener patente. «Me gusta correr delante, marcar el ritmo. Me gusta el estilo Jacobo de ir dejando que la gente caiga, y creo que ganar así te da un plus de superhéroe», dijo este sábado la palentina Marta García tras sellar su clasificación para la final femenina de 3.000 metros.

Y lo hizo con solvencia. Fue una semifinal lenta, gobernada por la italiana Federica Del Buono, hasta que Marta decidió cambiar el guion al paso por el 2000 (6:23.70). Tomó la delantera y aceleró, imponiendo un último mil en 2:44 que seleccionó a las mejores. No intentó disputar la victoria a la británica Melissa Courtney-Bryant (9:08.19), porque el trabajo ya estaba hecho. Con 9:08.23, segunda en la serie, aseguró su pase a la final sin gastar más energías de las necesarias.

Más sufrida fue la carrera de Águeda Marqués. Se mantuvo en el grupo de cabeza hasta la recta final, cuando parecía que su billete estaba asegurado. Pero en los últimos metros le fallaron las fuerzas y fue adelantada por Hannah Nuttall, que la relegó al séptimo puesto (9:09.36), fuera de la final. Su gesto en la línea de meta lo decía todo. Frustración. Impotencia. «Tengo rabia interna… No me gusta verme mal y no puedo evitar ponerme a llorar», confesó después. «Me puse mala la semana pasada, he intentado llegar aquí lo mejor posible y ya está. Llevo toda la pista cubierta constipada, intentando salvar cada semana, y ya estoy harta». Idaira Prieto también se quedó cerca del pase en su estreno internacional.

En la categoría masculina, Jakob Ingebrigtsen hizo lo de siempre. Control absoluto. Al estilo Jacobo, claro. Último kilómetro en 2:22.4. Últimos 400 en 54.4. Ni un solo gesto de sufrimiento. Cruzó la meta en 7:55.32, clasificándose sin sobresaltos. Atrás quedaron los que soñaron con derrotarle. Solo él decide cómo y cuándo empieza la carrera de verdad.

La jornada final en Apeldoorn ofrecerá más oportunidades para ampliar el medallero español. Josué Canales entró a lo grande en la final de los 800 metros. El catalán, que batió el récord nacional bajo techo en enero, terminó segundo en la primera semifinal. Sin sufrimiento. Con una jerarquía impropia de un chaval de 23 años. No tuvo la misma suerte Mariano García, que lideró la segunda semifinal hasta la recta final, donde se quedó sin fuerzas y fue superado por cuatro atletas. También estarán en la pelea los dos relevos de 4x400. Oportunidad para Paula Sevilla de salir de Países Bajos con dos medallas en el cuello.