Nueva gesta con las zapatillas mágicas en Valencia

«Esto ha sido una barbaridad, el público me ha animado como nunca. Se lo dedico a toda la gente que ha creído en mí. También en la que no ha creído, porque veían que algunos resultados no salían. Eso también me ha motivado. Venía buscando el récord de España desde hace años y por fin lo he conseguido», explicó el madrileño, eufórico, tras atravesar la línea de meta.

No pasó desapercibido que Mayo utilizase las coloquialmente denominadas como 'zapatillas mágicas', las Adizero Adios Pro Evo 1, un prototipo (poco más de 250 ejemplares en todo el mundo) que está permitiendo a los atletas llevar sus aptitudes a una nueva dimensión, partícipe el calzado en los prodigiosos éxitos que han bañado a la competición en verano y otoño (la etíope Tigist Assefa destrozó el récord del mundo en el maratón de Berlín el 23 de septiembre con este modelo).

Es el madrileño el único deportista español que las utiliza y, hace unas semanas, ya aseguró que la gran ventaja que proporcionan es la ligereza. «Son una locura», comentó el campeón de Europa sub-23 de 10.000 metros que, con su marca en Valencia, consiguió la mínima para el Campeonato de Europa del próximo año que se celebrará Roma.

La fiesta española fue completa porque, en la categoría femenina, la gallega Laura Luengo firmó el segundo récord nacional del día al entrar en meta con un espectacular 1:09:41. Con ello, mejoró en 10 segundos el registro anterior, que estaba en manos de la hispano-etíope Trihas Gebre con 1.09:51 desde 2008. «No lo creía cuando he cruzado meta. Pero me he dicho 'confía' y ha sido increíble. Ahora el maratón es otra película. Soy muy joven, la novata, y voy con más cautela, pero creo que puedo hacerlo bien», aseguró la corredora de 24 años.