Regreso triunfal de Jenni: gol y victoria para España ante Italia

No hay demasiado entusiasmo en Salerno para ver a la campeona del mundo, ni con entradas a cinco euros (un euro para los menores de 18 y mayores de 65 años), ni a pesar de que la lluvia cede justo para el inicio del encuentro. Hay dominio, momentos brillantes, y otros de letargo, algo despistada la selección nacional con una Italia que, sin tener demasiado, saca mucho. De las botas de Aitana sale la primera jugada de aplauso y uy, por el centro, recortando a la zaga italiana con la pierna derecha y solo la mano de Guiliani evita que el gol pareciera en un marcador que, en el campo, no refleja los minutos.

Los cambios en la Federación, maquillados o no, han metido un chute de energía en las jugadoras, dicen ellas, convencidas de que por fin tienen las condiciones que necesitaban y por las que seguirán peleando ya solo en el terreno de juego. En el césped también lo tiene controlado la selección, dirigida por una Montse Tomé que se juega en cada ocasión la amonestación, imparable en el área técnica y fuera de ella, pendiente de cada jugada y con gritos y gestos a cada momento.

Incluso cuando es Italia quien ataca, esa Italia que se le resistía a España a domicilio y que tiene en un saque de esquina, en el remate de Linari, una ocasión buenísima para que Cata Coll, titularísima en el Barcelona desde su actuación en el Mundial, se exprese como mejor sabe: sangre fría y paradón. Pero es la selección campeona del mundo quien domina las líneas; con Laia Aleixandri y Laia Codina de centrales, dirige la de nuevo capitana Alexia, y hay opciones para Lucía García, con un disparo que se marcha muy alto, y de nuevo Aitana, con esa zurda con la que deja sentada a Boattin dentro del área.

Se desgañita Tomé a la media hora porque Italia hace de Italia y se contenta con circular el balón en su campo y esperar a España atrás. Empiezan los momentos de zozobra en las líneas españolas, con desajustes de Tere Abelleira, que recibe una amarilla tras una falta sobre Bartoli, demasiados pases en corto y pocas conexiones con una Esther que se desmarca cuanto puede, pero no recibe balón.

Tomé, puro nervio en el banquillo, inyecta velocidad tras el descanso, Athenea y Salma por Lucía García y Esther. La zaragozana, ya revolución de 18 en el Mundial, protagoniza la mejor jugada a los seis minutos de entrar en el campo, con un remate de Olga Carmona que no puede rematar con claridad. Hay otro aire ante la defensa de seis de Italia, pero no se llega a concretar nada.

De ahí que Tomé decida dar el paso, la protegida Jenni, calentamientos durante toda la segunda parte, reaparece en un partido internacional con España dos meses después, desde aquella final del Mundial, desde aquel beso no consentido. Y hay una tímida revolución. Vuelve a la carga tras más minutos de letargo, de pases imprecisos y de miedo a disparar desde lejos o de cerca. Nueve italianas en el área. Es Salma la que lame el larguero con un zurdazo. Después es Olga la que lo intenta por la misma banda izquierda. Pero el gol se resiste.

Hasta que estas cosas de la magia del fútbol devuelve a Jenni Hermoso al protagonismo en un partido. Por fin solo sobre el césped. Tras un par de rechazos, es la madrileña la que desatasca y sentencia el encuentro con la pierna derecha. Corro en torno a ella, protección en el campo y alegría infinita.

Se relaja España con ese gol, emociones desatadas con ese tanto de Jenni, y aprovecha Italia para poner tensión en el banquillo español, pero vuelve la calma de Coll para que la fiesta de España continúe. Tercera victoria, pleno en la Nations League. Y a continuar hasta París.