Fútbol
Ocho veces Voro, el fontanero de Mestalla
El técnico, que asume el cargo de interino por octava vez desde 2008, redebuta hoy ante el Madrid en el Bernabéu
Voro, ayer en rueda de prensa
De profesión, fontanero. Salvador González Marco, más conocido como Voro, se ha convertido a sus 59 años en toda una leyenda del Valencia a base de asumir la dirección del equipo cuando nadie quería, cuando todos se habían ido y el incendio comenzaba a llegar ... al techo de Mestalla. El pasado lunes, con la noche ya entrada, la directiva y Gattuso, técnico fichado el pasado junio, decidieron separar sus caminos tras una larga y tensa reunión. Con un breve comunicado, la entidad despedía al italiano y al final del mismo, aparecía una frase que se ha convertido en rutina en Valencia: «El equipo volverá a los entrenamientos este martes, 31 de enero, bajo las órdenes de 'Voro' González».
Esta será la octava vez desde 2008 que el exfutbolista haga de interino en el banquillo valencianista. La cifra es de récord. «No tengo miedo, quedan 20 partidos y vamos a dar guerra», aseguró en su primera rueda de prensa, mientras confirmaba que la zona noble, una vez más, le ha entregado el destino del equipo hasta final de temporada.
Poco importa que el debut de Voro esta temporada sea hoy ante todo un Real Madrid (21.00 horas, DAZN). El entrenador se ha convertido en calma ante la tormenta, un hombre de club como no hay dos en el fútbol español. Voro y Valencia no se entienden el uno sin el otro, predestinados a encontrarse desde que el ahora entrenador vistiera de corto y jugase ocho años en el equipo (1985-1993).
Antes
Después
Tras retirarse de los terrenos de juego y unos pinitos como técnico en los filiales de Levante y el propio Valencia, en 2005 se unió al primer equipo como delegado. Solo tres años después, le tocaría sentarse por primera vez en el banquillo. En abril de 2008, la relación entre Ronald Koeman y la plantilla estaba totalmente rota. Quedaban cinco jornadas y el Valencia rozaba el descenso. Tras el despido del neerlandés, Voro asumió la batuta, recuperó a jugadores apartados por su antecesor como Cañizares y, bajo su mando, los valencianistas evitaron la relegación (cuatro victorias y una sola derrota, en el Camp Nou) y acabaron la Liga en una meritoria décima posesión.
Voro, desde entonces, ha repetido milagro en seis ocasiones. En 2012 sustituye a Mauricio Pellegrino y, en su único partido en el banquillo aquel año, consigue una victoria en Champions League ante el Lille (0-1). Tres años después, en 2015, vuelve tras el despido de Nuno Espíritu Santo y consigue un triunfo, ante el Barakaldo en Copa, y un empate, ante el Barcelona en Mestalla (1-1). La siguiente temporada, nuevo milagro. Pako Ayestarán es destituido tras cuatro derrotas en las primeras jornadas de Liga y es Voro, una vez más, quien reflota la nave con dos victorias en sus dos primeros encuentros como interino.
En la séptima jornada el Valencia firma a Cesare Prandelli y, como una bola de nieve, el valenciano sustituye al italiano la siguiente temporada cuando este es despedido. Vuelve en 2020 y 2022 tras la marcha de Albert Celades y Javi Gracia respectivamente y, como siempre, las victorias y la buena imagen fueron sus avales. Hoy, comienza la octava era de Voro en el Valencia, el hombre que ha convertido en rutina una de las cosas más difíciles del fútbol. Aportar un halo de luz cuando la oscuridad parece que lo cubre absolutamente todo.