Fútbol Italiano
La Salernitana agua la fiesta de un Nápoles al borde del título
Calcio
Un empate a uno ante su vecino al otro lado del Vesubio impide a los del Maradona certificar oficialmente el tercer Scudetto de su historia
Resultados y clasificación Serie A
Dia agua la fiesta del Diego Armando Maradona
Como en Crónica de una muerte anunciada, Italia entera sabe que el Nápoles va a ser campeón este curso desde hace meses. Es una evidencia, la única incógnita reside en conocer cuándo. La diferencia con los equipos romanos y los gigantes del norte era ... enorme; 17 puntos con el segundo, la Lazio, antes del inicio de esta jornada 31. Sin embargo, a pesar que los de Sarri perdieron ante el Inter en la mañana de este domingo, el Nápoles no ha podido pasar del empate ante la Salernitana en el Diego Armando Maradona y tendrá que esperar unos días más para levantar el tercer Scudetto de su historia.
El mediodía comenzó con euforia a los pies del Vesubio: el Inter remontaba en casa, en el ocaso del partido, a la Lazio y generaba el resultado idóneo para el título celeste. Una victoria ante una Salernitana que aún no ha materializado su permanencia en la Serie A desataría la locura en una ciudad que no gana un Scudetto desde que Maradona los llevara a la gloria por segunda vez hace ya 33 años. 33 años desde que el argentino que fue deificado en la milenaria ciudad del sur de Italia honrara a una gente que vivió siempre bajo el yugo de las potencias del norte.
La sobremesa napolitana era un manojo de nervios. Y, como consecuencia de la magnitud de la posible explosión de locura y alegría posterior, el Nápoles no fue él mismo en el primer tiempo. Imprecisiones, ocasiones claras erradas, desbordes fallidos del icónico Kvaratskhelia... Sus vecinos de Salerno vivían cómodos replegados en su área; sin mayores sobresaltos provocaron un tranquilo 0-0 al descanso.
Sin cambios de guion a la vuelta de vestuarios, uno de esos caprichos del azar que hacen a este deporte tan bello e impredecible desató la algarabía en la antigua Neapolis. El ex del Getafe Mathías Olivera, lateral zurdo, remató un óptimo córner sacado por Raspadori para abrir el marcador. Como no podía ser de otra forma, cuando uruguayo vio que el balón tocaba la redfue invadido por el caos tras: un gol suyo, muy parecido al de Sergio Ramos en Lisboa, iba a pasar al recuerdo no sólo del club, sino de la vieja tierra napolitana.
Las bengalas de humo azul y el ruido atronador que produce un gol histórico protagonizaban una ciudad que había esperado demasiado tiempo a la sombra. Sin embargo, la alegría duró poco. A cinco minutos del final, cuando los hijos del Vesubio lloraban impacientes, Boulaye Dia, con un zapatazo a la escuadra derecha de Meret, firmó el empate y aguó la fiesta. Nápoles tendrá que esperar.
Aunque después de 33 años aguantando cómo los equipos del norte se repartían el predominio del Calcio; después de haber navegado por la Segunda y la Tercera división italiana (en este milenio); después de, a semejanza de la ciudad en la que habita, haber estado al borde de la ruina; la demora merecerá la pena. Es más, con 18 puntos de distancia con la Lazio y con solo 18 puntos por jugarse, un empate en Údine el próximo 4 de mayo certificaría un Scudetto que tarde o temprano será una realidad.
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