Osorio y sus muchas corrientes

Lo explica en «La Libreta de Osorio», libro de 2015 escrito en colaboración con el periodista Jorge Andrés Bermúdez en el que el técnico se define como «una mezcla de corrientes diversas».

La primera de todas, su experiencia como futbolista en la Colombia de los 80 . «El 4-3-3 con extremos que se jugaba allí entonces. En mi etapa de adolescente todos los equipos jugaban con extremos. Desde esa época nos identificamos plenamente con el 4-3-3». En ese esquema hacía de interior y «participando en esa posición vi cómo resolvíamos muchas situaciones simplemente buscando al extremo, extendiendo al jugador más alejado. Crecí con esa idea. La mejor forma de simplificarlo todo, de evitar tanto caos y amontonamiento por el centro».

Después acumuló información. Le gustaban los equipos de Marcelo Bielsa y el Barcelona de Guardiola , pero más el de Van Gaal , también su Ajax. Como Van Gaal, Osorio lo anota todo en una libreta. Asistió a un curso en Holanda exclusivamente para aprender cómo ejecutaban el juego en banda y posicional. En 2001, recomendado por Keegan , acepta ser asistente del City. En Inglaterra ya se había matriculado en un curso técnico. Como el City estaba en segunda, Alex Ferguson le deja asistir a los entrenamientos del Manchester United. «Él también creía firmemente en el juego de extremos: Beckham y Giggs . Para cualquier desprevenido era un 4-4-2, pero no, era un 4-2-4».

Con Ferguson oye por primera vez hablar de las rotaciones . «No es un principio de juego, es un principio de vida». Las rotaciones serán desde entonces uno de sus tres principios junto a la versatilidad táctica y la polivalencia. En sus equipos, los jugadores cambian de puesto. En su Nacional, Bocanegra jugó de lateral, central, mediocentro y extremo.

Siendo colombiano se identifica con México por su época de inmigrante ilegal en EE.UU . Trabajaba en una factoría de automoviles rodeado de mexicanos. Allí entrenaba a un equipo de «conejillos de indías» que se hacían llamar «Los Criollos» en cuyos ejercicios mezclaba fisiología y técnica a imitación del baloncesto americano.

Osorio preparó a varios equipos en Colombia y fue campeón con el Nacional . Derrotó al Sao Paulo y le ficharon en Brasil y en ambos paises dejó fama de «transgresor» y renovador de un fútbol burocratizado. La mayor transgresión de todas fue colocar de «10» en una final a Alexis, un central puro.

En la selección de México debutó con dos extremos y dos delanteros. En solo dos partidos usó cuatro sistemas diferentes y cambió a la mitad de los hombres. La primera reacción del fútbol mexicano fue de rechazo. Métodos de club en una selección, se decía, exceso de cambios y desorden. Tras el 0-7 contra Chile las críticas se dispararon y Osorio decidió acudir a una inspiración a medio camino entre lo profesional y lo espiritual . «Busqué a Bielsa y tuve el honor de que me aceptara. Fueron cinco días maravillosos». Hablaron entre otras cosas de esa derrota. «Uno supera la derrota cuando por fin la comprende». Todas las críticas de entonces se han convertido ahora en un unánime reconocimiento. Osorio dirá que comprendida la victoria también se supera.