Fútbol
Lo mejor y lo peor de la primera fase de España
Mundial de Qatar
Ante Marruecos empieza otro Mundial en el que la selección tendrá que corregir errores y explotar sus virtudes, que también las ha habido
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Iniciar sesiónHay que creer a Luis Enrique cuando decía que solo le valía la primera plaza. Dicho esto, nunca una derrota provocó una reacción tan aprovechable para la selección. España se quitó de su camino el explosivo cruce con Brasil en cuartos y dejó fuera ... también a una posible candidata a la final, Alemania. Más allá de eso, y de que por ahí circulan teorías conspirativas sobre el asunto, no hay muchas más cosas positivas que ver en la derrota ante Japón, que cerró una fase de grupos extrañísima en la que el equipo nacional ha caído en picado, al menos en cuanto a resultados, y que arroja un balance difícil de analizar.
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Tres minutos fuera en una noche de locos
Javier Asprón
¿Qué España es la real? ¿La que goleó a Costa Rica sin dejar que le tirasen a portería? ¿La que se dejó remontar ante Japón? Difícil de saber. Lo bueno, quizás, es que lo vivido hasta ahora ya no vale casi para nada. Empieza otro Mundial distinto en el que el combinado de Luis Enrique tendrá que corregir errores y explotar sus virtudes, que también las ha habido.
Lo mejor hasta ahora
Es complicado pararse a pensar en las cosas positivas después de una derrota tan dura como la de Japón. Pero España tiene a qué agarrarse. La fluidez y el dinamismo del primer partido, por más que el rival colaborase, son una garantía de que tiene fútbol de sobra en sus botas. También se dio la cara ante Alemania, que se ha marchado a casa liderando estadísticas como la de disparos a puerta o goles esperados, que mide la calidad de las ocasiones. Ha funcionado la conexión Jordi Alba-Dani Olmo en la banda izquierda, Morata (3 goles en 126 minutos) está enchufado como goleador y tanto Gavi como Pedri no han dudado en dar el paso adelante que les ha de convertir en los líderes de este equipo en el futuro. El desempeño de Rodri como central es otra de las buenas noticias. Hasta ahora se hacía hincapié también en el buen ambiente reinante, y eso no va a cambiar por la última derrota. Los jugadores están unidos y forman un grupo compacto en torno al seleccionador. Eso no garantiza el éxito, pero es fundamental para alcanzarlo.
Lo peor
España sigue dando la sensación de que, con muy poco, el resto de selecciones son capaces de hacerle mucho daño. La defensa, la línea más expuesta en el sistema de Luis Enrique, sufre desajustes recurrentes y no reacciona bien a las pérdidas en el centro del campo. Pau Torres no ofreció las mismas garantías que Laporte en su estreno mundialista. Tampoco Balde rindió a buen nivel defensivo. La mayor parte de los ataques nipones llegaron por esa banda, y no es por casualidad. Quizás parte de culpa de esos «colapsos» de los que habla Luis Enrique tengan que ver con la falta de cuajo de un grupo aún demasiado tierno, que se queda sin ideas cuando le aprietan en exceso. Apenas hubo profundidad en la segunda parte ante Japón, que es cuando más falta hacía. El seleccionador no pareció dar con la tecla en los cambios ante Alemania, y tampoco acertó con el once ante Japón. A Balde y a Nico, los dos que se estrenaban como titulares, el partido les acabó pasando por encima.
Jugadores
Es obvio que volverá a haber cambios en el once frente a Marruecos después de la línea continuista frente a Alemania y la media revolución que supuso el duelo ante Japón. Unai Simón, Rodri, Busquets, Gavi, Pedri y Dani Olmo son los cinco hombres que han estado de inicio en todos los encuentros de la primera fase. El portero, un central, los tres medios y un delantero. De ellos, Unai, Rodri y Olmo son los tres que han disputado todos los minutos. En el lado contrario, faltan cinco jugadores por debutar (Eric García, Guillamón, Marcos Llorente, Sarabia y Yeremy Pino), además de los dos porteros, Robert Sánchez y David Raya. El seleccionador ya ha advertido de que es bastante probable que algunos de ellos se marchen de Qatar sin haber pisado el césped.
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