Quiénes se juegan los cuartos en el Mundial de Qatar

Quien dice Croacia dice Modric, el futbolista que siempre está cerca de la retirada pero que no se retira nunca. La selección balcánica llegó a la final en el Mundial de Rusia, hace cuatro años, y aterrizó en Doha con el estigma del fin de ciclo de una camada que debe dejar ya paso a las nuevas generaciones. Sin embargo, el futbolista del Real Madrid y los soldados bajo su mando han demostrado que la experiencia es un grado y, aunque con sufrimiento y tras una tanda de penaltis ante Japón, se han metido entre los ocho mejores. Les espera nada menos que Brasil.

La 'canarinha' es la favorita para levantar el trofeo el 18 de diciembre. En la fase de grupos victorias solventes frente a Serbia y Suiza y derrota ante Camerún, este último partido con una alineación llena de suplentes. Neymar se lesionó ante los balcánicos y reapareció en octavos frente a Corea. El espectáculo que ofreció Brasil en la primera parte ante los asiáticos fue extraordinario y despejó cualquier duda, si es que la había, sobre su candidatura a acumular su sexta estrella. Fueron 45 minutos de fútbol total en su particular sambódromo en Doha.

La selección de Louis Van Gaal llegó a Qatar por la puerta de atrás, sin hacer ruido, y entre las críticas de los medios neerlandeses, que le reprochaban haber antepuesto el resultado al buen juego. La 'oranje' terminó invicta la primera fase en un grupo asequible y los focos alumbraron a su nueva estrella, Gakpo. En octavos le esperaba Estados Unidos, una selección que había dejado muy buenas sensaciones. Países Bajos le regaló el balón a los norteamericanos y les destrozó al contragolpe con un inspiradísimo Dumfries. Ahora le toca Argentina.

Empezó muy mal, con una bochornosa derrota ante Arabia Saudí que estuvo a punto de provocar una tragedia nacional. Pero Leo Messi quiere su Mundial y Argentina solventó con suficiencia sus dos siguientes match-ball ante Polonia y México. El astro de Rosario ha encontrado en Julián Álvarez y Enzo Fernández a dos amigos perfectos para seguir soñando. En octavos se deshizo de Australia, una de las sorpresas del torneo. Afronta los octavos con la duda de Rodrigo de Paul, clave en el esquema de Scaloni.

Sin duda el enemigo inesperado en la ronda de cuartos. Marruecos firmó una extraordinaria fase de grupos, con victoria incluida ante Bélgica, y se cruzó en octavos con España. Los norteafricanos fueron un muro infranqueable en el Education City Stadium para los talentosos futbolistas de La Roja, incapaces de descoser sus líneas en 120 minutos con un rondo infinito sin mordiente alguna. Con un Amrabat excelso en el centro del campo y dos extremos como flechas, los marroquíes quieren seguir haciendo historia. Próxima estación, Portugal.

Ya antes de llegar a Doha Cristiano Ronaldo intentó convertir la concentración de Portugal en un polvorín. Y en Qatar no ha cejado en su empeño. Sus malas palabras tras ser sustituido en el tercer choque del grupo ante Corea acabó con la paciencia del seleccionador, Fernando Santos, que la afeó la conducta ante los medios y le sentó en el banquillo en los octavos frente a Suiza. La jugada le salió perfecta. Goleada ante los helvéticos (6-1) con hat-trick de Ramos, el futbolista elegido para suplir a la estrella lusa. Portugal ya vuela sin Cristiano Ronaldo.

Finalista en la última Eurocopa y semifinalista en el Mundial de Rusia, Inglaterra quiere poner fin en Qatar a nada menos que más de medio siglo sin celebrar un título. La fase de grupos ha alumbrado una selección con elevadas dosis de talento y pegada. La música de los inventores dek fútbol suena bajo la batuta de Harry Kane, alma mater del grupo dentro y fuera del terreno de juego. El cruce de generaciones ha confluido en el momento óptimo, con un Bellingham tocado por los dioses. Le espera Francia.

Cinco goles ha hecho Mbappé hasta ahora en Qatar, lo que le convierte en el máximo anotador del torneo cataría. Francia parecía haber sufrido una maldición en el Mundial, con una plaga de lesiones que afectó a jugadores fundamentales como Benzemá, entre otros. Quizás conjurados para hacer frente a la adversidad, el rendimiento de los vigentes campeones ha sido magnífico. La estrella del PSG, un portento natural, es de momento imparable y ha abierto el camino a sus compañeros. Griezmann, siempre imprevisible, ha ofrecido su mejor versión.