Los mil y un feos de Argentina: ¿el peor campeón de la historia?

El primero en salirse de tono fue el Dibu Martínez, héroe con una parada espectacular en el minuto 123 y en la tanda de penaltis, donde desvió el disparo de Coman. El guardameta del Aston Villa, por sus actuaciones a lo largo del torneo, fue premiado como mejor portero del torneo y, con el galardón en la mano, lo dirigió hacia su entrepierna mientras se quedaba clavado en el escenario ante la mirada atónita de las autoridades. «Lo hice porque los franceses me abucheaban, la soberbia conmigo no va», se justificó.

El Dibu, ya en el vestuario y con el champán salpicando cada una de sus paredes, detuvo una conga de los jugadores argentinos para decir «Un minuto de silencio para Mbappé». Una imagen que contrasta con la vivida sobre el césped, cuando la estrella francesa, desolada y arropada por Macron, fue consolado por el portero.

Durante la celebración en las entrañas del estadio de Lusail, varios jugadores argentinos conectaron en directo con sus redes sociales para mostrar al mundo su felicidad, aunque también dejaron algún que otro momento estelar. El Kun Agüero, que pese a estar retirado vivió las últimas fases del torneo como uno más del equipo, insultó al jugador francés y del Real Madrid Eduardo Camavinga. «Para Camavinga, cara de pinga es», dijo el ex de Manchester City, Atlético y Barcelona.

Rodrigo de Paul, uno de los mejores de la final, también mandó un recado mediante el Instagram de su amigo Otamendi. «Y todos los que dudaron de mí, chúpenme bien la pinga, ¡Putos!», dijo el centrocampista del Atlético, muy criticado a principios del Mundial pero decisivo contra Francia.

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No solo el éxtasis de la final provocó roces entre Argentina y su rival. En los cuartos de final ante Países Bajos, y tras una tanda de penaltis asfixiante, Leo Messi pronunció la que seguramente sea la frase del Mundial. «Qué miras, bobo. Ándate para allá», dijo el delantero, en plena entrevista con un medio argentino, a uno de los jugadores neerlandeses que pasaba camino de los vestuarios. Además, Messi, tras la victoria, celebró delante del técnico rival, Louis Van Gaal, llevándose las manos a las orejas.

Messi, pese a que habitualmente suele alejarse del primer plano mediático fuera de lo futbolístico, protagonizó otra imagen polémica tras el partido ante México en la fase de grupos. En el vestuario, el astro tenía debajo de su pie una camiseta mexicana, una acción que incluso llegó a enfrentar al futbolista con uno de los mejores boxeadores del planeta, Canelo Álvarez.

«Qué le pida a Dios que no me lo encuentre», aseguró el púgil en Twitter. Incluso Agüero, amigo inseparable de Messi, salió a defenderle y respondió a Álvarez: «Señor Canelo, no busques excusas o problemas. Seguramente no sabes de fútbol y de lo que pasa en un vestuario», dijo, además de asegurar que el gestod e Messi había sido accidental.