Italia llora a Enzo Bearzot

Todavía hoy en este país se tienen muy frescas las imágenes de la victoria contra Alemania en el Bernabéu en un Mundial emocionante e increíble para los italianos. El recuerdo del presidente Pertini saltando de alegría junto al Rey Juan Carlos, y Bearzot elegantísimo en chaqueta blanca son el recuerdo imborrable de aquella final de 1982.

Más allá de sus éxitos deportivos, con el récord de haber dirigido la selección en 104 partidos entre 1975 y 1986, Enzo Bearzot es recordado hoy como e jemplo de honestidad, seriedad, solidez moral y símbolo de juego limpio en el fútbol. Supo transmitir esos valores a la selección italiana y ahí estuvo el secreto y la fuerza para conquistar el Mundial del 82.

Esos internacionales que formaron un grupo extraordinario con Bearzot destacan hoy, con lágrimas en los ojos, que para ellos fue como un padre, un grandísimo entrenador y un gran hombre. Paolo Rossi: “Ya no existen entrenadores como él. Te decía las cosas a la cara y por él dabas el 200 por 100 en el campo”. Dino Zof: “Fue un hombre justo, de coraje, culto, con el que siempre aprendiamos”. Bruno Conti: “Era mi segundo padre”. Giuseppe Bergomi, a quien hizo debutar con 18 años: ¨Le debo muchísimo, tanto en lo personal como profesionalmente. Gracias a los valores que me transmitió me hizo crecer como hombre y como futbolista”.

Enzo Bearzot creó un estilo marcado por el respeto, la honestidad y el espíritu de sacrificio, una época que está muy lejos de la actual, donde impera el mecantilismo y a menudo métodos canallescos. Bergomi cuenta una anécdota reveladora del estilo Beaarzot: “En el último pártido del campeonato metí un gol al Ascoli, que descendió, y yo lo celebré. Bearzot me lo recriminó con estas palabras: “ Hay que respetar a todos, y en especial a los débiles”.

En definitiva, el fútbol de Bearzot nada tenía que ver con el de hoy. Por ejemplo, para él hubiera sido inconcebible presentarse en la sala de prensa, como Mouriño, con un elenco de errores del árbitro. Por eso, Bearzot, como hombre de valores, era muy querido dentro y fuera del mundo del fútbol. Y hoy toda Italia lamenta su pérdida y está de luto.