FÚTBOL / MUNDIAL FEMENINO
La mejor España rompe el maleficio de octavos
La selección, en un partido muy serio, se rehace de un autogol para alcanzar los primeros cuartos de final de su historia
Aitana pone la magia y Vilda destaca el trabajo coral del grupo: «Tengo a las 23 mejores jugadoras del mundo»
Aitana mete a España en los cuartos del Mundial y en la historia
Resultados y clasificación del Mundial
El motín esta vez fue de Vilda: Alexia y Misa, fuera
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Enviada especial a Wellington (Nueva Zelanda)
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Iniciar sesiónRegatea, golea, pasa, observa el espacio, deja en una posición privilegiada a sus compañeras. Es puro espectáculo. También aplaude al resto, para animar y para felicitar, y hasta exige a las suizas que se marchen ya del centro del campo porque quiere sacar y deshacer ... el empate. Es una líder natural por mucho que ella se encoja de hombros cuando se lo dicen. Es Aitana Bonmatí la guía de esta España reconocible, reconocida y temida de nuevo que ha pisado la Luna, partidazo ante Suiza (5-1, Aitana, Laia en propia puerta, Alba Redondo, Aitana, Laia y Jenni) en los cuartos de final de un Mundial, por primera vez superada una ronda eliminatoria en un torneo internacional.
«Tengo algo que llevo innato que es el carácter aunque no lleve brazalete. Me gusta hablar y comunicar y trasladar ese carácter al equipo. Cuando tengo el balón, cuando no lo tengo, cuando las cosas van mal. Lo del brazalete es lo de menos», admitía la protagonista del día. Había salido tan fastidiada y herida del encuentro ante Japón que saltó con una marcha más. En todas las jugadas, al ataque y en la defensa, metros y metros en sus piernas para estar siempre donde estuviera el balón: bien para defenderlo, bien para pedirlo y llevarse por delante a las suizas, una pesadilla constante.
De sus botas salieron dos goles, casi clavados para reivindicar esa calidad que la acompaña desde hace tiempo y que parece ir a más conforme pasan los partidos y se aumenta la presión. En el primero, Alba Redondo logró el rechazo de su propio disparo y le pasó en cortito dentro del área. La catalana dribló de tacón y lanzó una sutileza con la izquierda. Para quitar los nervios, para olvidar Japón, para iniciar el partido más completo de la selección por el momento en este Mundial. Era el minuto 6 de partido.
En el tercero, truco de magia con los pies; media vuelta con la que dejó sentadas a dos rivales y otra sutileza con la zurda, con la que superó a otras dos suizas. Era el gol de la confirmación después de que España se sorprendiera a sí misma con un autogol fruto de una desconexión entre Cata Coll y Laia Codina que levantó casi de inmediato el equipo, firmado por Alba Redondo.
La albaceteña, que también brilló, alabó así a su compañera: «Jugar con jugadoras top te hace ser también una top. Aitana tiene cositas, ¿eh? Cositas muy buenas –bromeaba–. No hay calificativos para Aitana. Creo que es la jugadora que te aporta algo que no hay en otros equipos; es diferencial, es explosiva, tiene gol, te ayuda. Es referente». «Es un espectáculo. Tengo la suerte de vivirla cada día en el Barcelona; es una jugadora muy trabajadora. Los premios le están llegando, pero es que no hay palabras para definirla», apoyaba Cata Coll.
Cambios de garantías
Sin embargo, Jorge Vilda quiso repartir halagos como ha repartido minutos en este Mundial. «Ha estado muy bien, ha hecho goles, es la mejor jugadora del partido (MVP), pero el resto ha estado muy bien. Tras este tipo de premios también hay asistencias y jugadoras que están esperando entrar y dar lo mejor de sí mismas».
Porque brilló un equipo en el que, salvo el error del autogol, puso su mejor versión encima del verde. Además de Aitana, la presión arriba de Jenni Hermoso, recompensa con el quinto gol; Esther González engatusó a la defensa una y otra vez; Oihane recuperaba balones y los dejaba estupendos para el ataque. Hubo 60 % de posesión, 25 ocasiones de gol, 606 pases, once saques de esquina. «Pudimos marcar más goles y dejamos llegar a Suiza veces que no deberían haber llegado», aceptó Vilda. Pero se vio a un equipo maduro, crecido mentalmente desde aquel partido del lunes, al que ni siquiera inquietó el autogol. «Japón nos hizo una herida, cicatrizó y se nos ha quedado esa cicatriz, perdurará mucho tiempo, no va a desaparecer. Analizamos lo que podíamos hacer, entrenamos, analizamos al rival, vimos cómo podíamos atacar a Suiza y elegimos a las once que pensamos que estarían en la mejor disposición para afrontar el partido».
Salió una España con cinco jugadoras nuevas, destacado cambio en la portería, con Coll, debutante en un Mundial como Laia Codina, en lugar de Misa, y por eso Vilda, feliz como nunca, destacó esa colectividad: «Lo de Cata es la demostración de que tenemos 23 titulares, no solo de palabras sino de hechos. Hemos pensado en el equipo que más interesaba jugar; no solo en los entrenamientos, también en la temporada. Y es verdad que ha jugado poco -tres partidos-, pero tiene un bagaje y una experiencia internacional más acreditada. Además, su carácter es muy bueno para competir, ha hecho un gran partido. Tenemos tres maravillosas porteras».
Para Coll, seguridad por pies y por alto, parado un disparo a bocajarro de Sow, fue una sorpresa su titularidad. «He visto que me habían convocado y ha sido, hostia. Lo bueno de mi personalidad es que estoy muy segura de lo que hago y cómo lo hago. Al principio sí había nervios, pero en cuanto me pongo las botas sabes que se te da bien y a disfrutar. Y en el partido nos hemos rehecho todas muy bien, también Codi y yo después del gol, y todas». Eso sí, hubo llamada a casa en cuanto Vilda le dijo que salía de inicio: «He llamado a mi padre, eran las cinco de la madrugada en Mallorca, pero me ha dado igual –se reía–. Ni él se lo esperaba, así que estamos todos muy contentos».
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Y queda todavía lo mejor, porque aseguraba Vilda que esta España todavía tiene que mejorar para estar en semifinales. Pero hay confianza a raudales en el vestuario: «El mérito es de mis jugadoras, de las que salen al campo, hacen los pases, los goles. Pienso que tengo a las 23 mejores jugadoras del mundo, España es un equipo con las 23 mejores jugadoras del mundo. Tenía la confianza de que íbamos a pasar. Lo que me transmitían es muy bueno; aunque tenemos que mejorar para estar en semis».
«Esto es fútbol, con días buenos y días malos. Perder así fue muy duro, No era fácil este partido después del de Japón, pero aquí estamos, para ganar 5-1 y en cuartos, para hacer historia. Esto es un equipo. Estoy muy orgullosa del trabajo de hoy del equipo. Estos momentos es cuando se ve un equipo y espero que nos queden muchos días» Y si lo dice Aitana...
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