Vota: ¿Es el golazo de Arda Güler el mejor de la Eurocopa?

La joven perla del Real Madrid y de la selección turca ha sido uno de los jugadores destacados del inicio de la Eurocopa, gracias en gran parte al golazo que marcó este martes ante Georgia, un zurdazo desde fuera del área que se coló, inapelable, por la escuadra derecha de Mamardashvili. Este precioso tanto convierte a Güler en el futbolista más joven de la historia en anotar un gol en su debut en la competición, con 19 años, 3 meses y 22 días, destronando a una leyenda del fútbol que también jugó en el Real Madrid, un tal Cristiano Ronaldo.

La belleza y potencia del disparo de Arda Güler ha dado la vuelta al mundo. Corría el minuto 65 con empate a uno en el marcador entre Turquía y Georgia cuando el talentoso centrocampista interceptó un balón y se dirigió resuelto hacia la portería rival. Cuando se encontraba a unos cinco metros de la frontal armó su pierna izquierda y lanzó un misil con rosca que resultó imparable para el portero georgiano. Una obra de arte de esas que quedan para siempre grabadas en las retinas de los aficionados.

Junto al tanto del turco, la UEFA ha escogido el de su compatriota Mert Müldür, que abrió el marcador con una potente volea desde el borde del área, quitando las telarañas de la portería de Mamardashvili, que nada pudo hacer para detenerlo.

El tercero que opta al gol de la jornada es el que marcó el rumano Nicolae Stanciu ante Ucrania. Si bien la cuestionable actuación de Lunin facilitó dos de los goles de Rumanía, en esta ocasión nada pudo hacer el guardameta del Real Madrid ante el imparable derechazo de Stanciu, que hizo inútil su estirada.

Por último, el gol de Nicoló Barella, que otorgó la victoria a Italia frente a una correosa Albania, culminando la remontada de su equipo. Albania golpeó primero mediante un tempranero tanto de Bajrami en el primer minuto del choque. Bastoni puso las tablas en el minuto 11 y Barella el segundo y definitivo cinco minutos después gracias a un potentísimo chut desde la frontal que batió sin contemplaciones a Strakosha.

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