El Atleti, de cabeza

En la previa, Pellegrini definía al Atlético como un equipo «indescifrable» y no se equivocaba. Quique contribuye a ello esta temporada al empeñarse en repartir minutos, lo que lleva a los aficionados rojiblancos a ver un once inicial diferente sobre el césped en cada una de las jornadas de Liga disputadas.. . y van ya deiciséis.

El técnico salió satisfecho del resultado de los retoques defensivos introducidos una semana antes ante el Deportivo y ayer sus cambios afectaron a la medular y la delantera. Con Forlán en el banquillo como espectador de lujo, apuntaló el centro del campo con Raúl García, Assunçao y Tiago, y dejó a Agüero solo en punta. Una apuesta arriesgada para buscar los tres puntos que al final le salió bien.

El trivote fortaleció y dio consistencia al equipo rojiblanco ante un rival que, sin ideas en ataque, jugó uno de sus peores encuentros en este campeonato. En puestos de descenso, se esperaba de inicio un Málaga al ataque, pero sus jugadores fueron incapaces de dar más de cuatro pases seguidos en el primer periodo y la conexión con la delantera quedó para mejor ocasión. Sólo la calidad de Duda a balón parado consiguió acelerar el pulso de sus aficionados. Así ocurrió a la media hora de encuentro cuando un lanzamiento desde la banda derecha obligó a lucirse a De Gea, inédito hasta ese instante.

Para entonces los malagueños ya iban a remolque en el marcador porque, diez minutos antes, Tiago había acertado al adelantarse a a dos defensores y rematar de cabeza un magistral pase de Simao en el lanzamiento de una falta. Con un pie y medio fuera del Manzanares por el interés del Besiktas, el extremo se convirtió en el gran protagonista al participar en los tres tantos del Atlético.

Una receta sencilla —orden y disciplina— permitió a los de Quique marcharse con ventaja a los vestuarios a la espera de la previsible salida en tromba de los de Pelligrini. Sin embargo, el «efecto» del chileno en la Costya del Sol se ha diluido con el paso de los días y sólo se apreció una tímida reacción que duró hasta que Domínguez aprovechó un pase de cabeza de Tiago para batir de un testarazo a Rubén. Minutos antes, Kun había reclamado un penalti por manos de Eliseu que Texeira Vitienes consideró involuntarias. Pero al Atlético le funcionó ayer la cabeza a la perfección, no se descentró y obtuvo como premio el 0-2 en el minuto 65.

Los gritos de «jugadores, mercenarios» que salieron de las gradas tuvieron continuidad cuando, tres minutos después, Tiago mandaba al fondo de la red otro balón puesto en movimiento por Simao en una falta. Con el jeque ausente en el palco de La Rosaleda, los ánimos se encendieron en el estadio malaguista. El Atlético no forzó y dejó correr el reloj para cerrar el último partido de Liga del año con victoria, la tercera a domiclio de la temporada.