Jaque mate para Mbappé, Cristiano y Harry Kane

Lo más llamativo es la situación de Inglaterra y sus astros, que se la juegan el domingo en Gelsenkirchen ante la correosa Eslovaquia. Vive agitada y con su entrenador, Gareth Southgate, muy señalado por la pobre imagen de un equipo ramplón, con solo dos goles a favor pese a su poderoso ataque. Jude Bellingham, la indiscutible nueva estrella, fue decisivo con el gol del debut contra Serbia pero se diluyó por completo en los dos empates ante Dinamarca y Eslovenia. Harry Kane, autor del otro gol de los 'Pross', ante los escandinavos, no es ni la sombra de ese jugador total del Bayern de Múnich. Más grave aún la situación de Phil Foden, elegido mejor jugador de la Premier con el City y desaparecido con los Tres Leones.

A priori, Kylian Mbappé era el elegido para la gloria. A sus 35 años, llegó tranquilo, tras hacerse oficial su fichaje por el Real Madrid, pero solo ha dado que hablar por su alegato político para votar contra los extremismos en las elecciones legislativas de Francia y por la fractura nasal sufrida en el primer partido ante Austria. En el campo, un rendimiento pobretón acorde con el de Francia, aunque suficiente para pasar de ronda sin complicaciones.

El astro de Bondy fabricó el triunfo ante los austriacos en el debut al dibujar la jugada que terminó con el gol en propia meta. No actuó contra Países Bajos la segunda jornada por precaución y el hombre de la máscara regresó ante Polonia. Su rendimiento fue plano, si bien marcó, de penalti, el gol de 'Les Bleus' en su pobre empate ante Polonia. Y se quitó el antifaz para celebrarlo.

Quizá fuera de posición, demasiado retrasado y con unos esfuerzos defensivos innegociables que le restan frescura para desequilibrar, Antoine Griezmann tampoco ha mostrado sus cualidades e incluso fue suplente ante Polonia. A los dos se les espera para el exigente pleito que el combinado de Didier Deschamps afronta ante Bélgica el próximo lunes en Düsseldorf.

Problemas también para el equipo que conduce el italo-germano Domenico Tedesco, abucheado por sus propios aficionados el miércoles, tras sellar el pase con un pobre empate ante Ucrania. Kevin de Bruyne, su capitán y gran estrella, muestra signos de agotamiento tras una temporada extenuante con el Manchester City. Y su mejor goleador histórico, el gafado Romelu Lukaku, está peleado con el VAR, que ya le ha anulado tres goles bastante justitos.

En el Portugal-Eslovenia del lunes en Fráncfort, las miradas se dirigen a Cristiano Ronaldo, calificado como 'Mr. Eurocopa' al ser dueño de buena parte de los récords individuales del torneo. A sus 39 años y fuera del gran escaparate en su exilio de oro en el Al-Nassr saudí, el portugués asumió el torneo con el reto de mostrar al mundo su inmortalidad. Suma un buen puñado de oportunidades, pero no ha marcado en tres partidos. Está desconocido, hasta el punto de que tuvo en sus botas el tercer gol ante Turquía pero prefirió regalárselo a su compañero Bruno Fernandes. Enseguida se supo que con esa asistencia ya suma siete, más que nadie en la historia del torneo. Indiscutible para Roberto Martínez, se le van agotando los días para volver a mostrar su clásica celebración de salto con giro y brazos abiertos.

A los que ya no habrá más tiempo de ver en este torneo es al polaco Robert Lewandowski, lastrado por una lesión que sufrió antes de la Eurocopa y que le obligó a perderse el primer partido y a iniciar el segundo desde el banquillo. Polonia fue la primera selección eliminada y su estrella marcó, de penalti, en el cierre ante Francia. Cerca ya de los 36 años, el azulgrana asegura que continuará en el equipo nacional porque tiene «la llama encendida». Tampoco descarta seguir defendiendo a Croacia hasta el Mundial Luka Modric, que en septiembre cumplirá 39. La caída de su país, bronce en el Mundial de Qatar, ha sido dramática, sin ganar ningún partido y con ese gol del italiano Zaccagni que les apeó en el último suspiro.