El desplante de Alexia con el banquillo al ser sustituida

La doble balón de oro apareció en el once titular de forma sorprendente. La revolución que introdujo Jorge Vilda en el equipo después de la dura derrota ante Japón llevó a Alexia al banquillo. Tanto en los octavos como en los cuartos de final, la centrocampista del Barcelona dispuso de unos veinte minutos.

Para el encuentro ante la selección escandinava, el seleccionador apostó por dejar a Esther González como suplente, ubicar a Jennifer Hermoso en la punta y devolver a Alexia a la formación inicial. A pesar de dar muestras de su sobrada calidad, la barcelonesa, en la misma línea que durante el resto del Mundial, no se encontró cómoda en el partido.

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En el minuto 57, Vilda optó por agitar su planteamiento inicial y decidió dar entrada a Salma Paralluelo, quien venía de ser la heroína de la clasificación a semifinales con el gol decisivo en la prórroga ante Países Bajos. La jugadora elegida para abandonar el terreno de juego fue Alexia.

El seleccionador, consciente del momento incómodo que se podía generar, se alejó de la zona de sustitución para dar instrucciones a sus jugadoras. Carlos Sánchez, entrenador de porteras de la selección, fue al encuentro de la mediocentro con la mano tendida, pero se encontró con un gesto malhumorado y despectivo. Fruto del enfado por la sustitución o por ser consciente de estar todavía lejos de su nivel, Alexia dejó el único momento para el olvido de una noche neozelandesa feliz e histórica.