El Barça tiene un plan B

Antes de cualquier asomo de duda, atisbo de complacencia o similares, el Barça se adueñó del juego y del partido. Lo hizo con una alineación irreconocible, expuesta al escarnio o al aplauso a tenor de su actitud. Las primeras eliminatorias de la Copa sirven, sobre todo, para esto. Los suplentes y los chavales del filial se someten al juicio público. Se analizan sus ganas, su postura ante una oportunidad, su respeto a una camiseta.

Y en Barcelona no cuestionarán a los otros, a los interinos que reclamaron su cuota de mercado en Ceuta. Guardiola llenó el campo de nombres desconocidos y su equipo se agrupó en torno a Mascherano y Pedro para salvar la noche con un notable alto.

La parroquia culé se quitó preocupaciones de encima en el minuto quince. Un espectacular pared por el ángulo izquierdo del área entre Pedro y Maxwell terminó con un disparo fantástico del lateral brasileño. El gol activó aún más al Barça que, lejos de mirarse el ombligo, buscó una sentencia rápida. Apretó al Ceuta y Pedro dio la puntilla a la eliminatoria. Se estiró como un chicle hacia un balón que salía por la línea de fondo, lo capturó ágil y lo envió a la red.

La distancia técnica entre el Barça y el Ceuta era sideral y como en entusiasmo no había diferencias, el partido comenzó a languidecer. El Ceuta no podía, el Barça tenía bastante y no quiso exponerse a más (Jeffren acabó en el hospital con una luxación de hombro).