Las cinco imágenes más icónicas de la carrera de Andrés Iniesta

El momento cumbre en la carrera de Iniesta en la élite del fútbol profesional, que arrancó con la convocatoria del canterano por Louis Van Gaal para un partido de Champions en Brujas en octubre de 2002, fue sin duda el Mundial de Sudáfrica 2010.

Para la historia del fútbol español quedará el gol que anotó en Johannesburgo ante Países Bajos el 11 de julio de aquel año, un tanto que sirvió para que la selección alzara al cielo su primera Copa del Mundo.

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Después de 16 años vestido de azulgrana Iniesta se marchó a Japón, con la camiseta del Vissel Kobe, para jugar al fútbol a otro ritmo más pausado y disfrutar la vida de otra manera. Y desde agosto de 2023 milita en el Emirates Club, de Emiratos Árabes Unidos. Allí pondrá fin a su carrera.

Estos son los cinco momentos icónicos de la carrera de Andrés Iniesta:

El primer momento realmente icónico en la carrera de Andrés Iniesta, más allá de la primera vez que se enfundó la camiseta del primer equipo del Fútbol Club Barcelona, sucedió en el londinense estadio de Stamford Bridge, hogar del Chelsea.

El 6 de mayo del año 2009 el de Fuentealbilla se convirtió en el héroe del Barça en un complicado partido de Champions, gracias a un imparable disparo con el exterior del pie derecho en el minuto 93 que significó la clasificación para la final del torneo en el Olímpico de Roma.

Tras el 0-0 de la ida, los azulgranas sufrieron un asedio en Londres. El Chelsea se puso por delante a los nueve minutos gracias a un tanto de Essien y pudo hacer mucho más daño al Barcelona de no ser por el discutido arbitraje del noruego Tom Henning Øvrebø. Pero el choque llegó al descuento con un marcador ajustado e Iniesta resolvió la eliminatoria para meter al Barça en la final, donde después lograría la tercera Champions de su palmarés.

El gol de su carrera, de su vida y también de la de millones de españoles que soñaban con ver a la selección levantar alguna vez la ansiada Copa del Mundo. Seguramente todo aquel que lo vio en directo recuerda perfectamente dónde estaba en el momento que el marcador del estadio Soccer City de Johannesburgo señalaba el minuto 116.

Como el resto de jugadores de la selección española, aquel 11 de julio de 2010 en Sudáfrica Iniesta sufrió el duro enfrentamiento contra una selección de Países Bajos que también soñaba con ganar por primera vez el Mundial.

El equipo español era más técnico y llegaba al partido decisivo lleno de confianza. Los neerlandeses solo pudieron parar el torrente de fútbol de los de Vicente del Bosque con dureza y muchas faltas. Pero en la prórroga del partido el de Albacete encontró el único resquicio en su rocoso rival para llevar a España a la gloria y hacer estallar de júbilo a todo un país.

Junto a la postal del tanto a los Países Bajos, Andrés Iniesta dejó otra imagen para el recuerdo en la celebración del gol más importante de la historia del fútbol español. En aquel momento tan importante el manchego tuvo la capacidad de controlar su adrenalina desbocada para dejar un homenaje a su amigo Dani Jarque.

El jugador del Espanyol, con el que Iniesta había forjado una gran amistad desde niños, había fallecido un año antes a consecuencia de un infarto fulminante. Un palo para el fútbol español pero mucho mayor aún para el de Fuentealbilla.

Antes de la final Iniesta tuvo la sensación de que podría hacer algo importante en la final del Mundial y preparó una camiseta en la que se podía leer 'Dani Jarque, siempre con nosotros'. Una camiseta con mensaje que horas después quedaría también para la historia del fútbol español.

Con el paso de los años Andrés Iniesta ganó peso tanto en el juego del Fútbol Club Barcelona como en la selección española. Los rivales ya le conocían de sobra y le temían, y por ello preparaban auténticas jaulas sobre el césped para tratar de frenar el juego del manchego.

Fruto de aquellas vigilancias en algunos partidos las fotografías que enfocaban al internacional español mostraban imágenes tan llamativas como las de arriba, en la que un buen número de rivales rodeaban al albaceteño.

Existen varias fotografías diferentes y ante equipos variados, pero la más célebre se produjo en la fase de grupos de la Eurocopa de 2012. Ante Italia Iniesta tuvo que sufrir un marcaje que recordaba a los que se veían en la serie de anime japonesa Campeones, con los célebres Óliver y Benji.

De poco serviría porque aquel torneo se lo acabó llevando, y con aplastante superioridad, España.

Cuando el fútbol español intuyó el adiós de Iniesta a la Liga española cada campo de Primera División en el que jugó Iniesta con el Barcelona dedicó al centrocampista una sonora ovación en forma de homenaje. Sucedió en San Mamés, en Sevilla y en casa estadio que pisó el manchego.

Pero incluso antes de anunciar su marcha del fútbol español para comenzar una aventura en Japón, Iniesta ya había conocido la sensación de ser aplaudido por hinchadas rivales. Incluso el Santiago Bernabéu, casa de su eterno rival, el Real Madrid, le había dedicado en su día una ovación. Con un marcador de 0-4 en contra buena parte del coliseo merengue reconoció con las palmas la clase que atesoraba Iniesta.