El Barça gana los 3 puntos, pero pierde a Ter Stegen

El Barça iba teniendo cada vez más lo suyo y Pablo Torre le filtró una notable asistencia a Lewandowski para que el polaco abriera el marcador en La Cerámica. Genial asistencia de Torre, letal remate de Lewandowski sin pensar ni control previo, todo instinto de delantero centro. Con el gol el Barça entró en el partido, moviendo rápido el balón por dentro. Reconocible equipo pese a las novedades en el once. El Villarreal continuaba llegando en contras peligrosas pero mal rematadas. A la defensa azulgrana le costaba organizarse. Ter Stegen volvió a cantar, o a medio cantar, en un control deficiente que casi provoca el empate.

El partido tenía en las dos defensas su mayor inestabilidad, aunque el Barça generaba peligro en sus ataques y el Villarreal sólo sensación de peligro, que no acababa de concretarse. En comparación con los tiempos de Xavi, es de otro mundo la solidez y la tranquilidad que el Barça de Flick ofrece. Lewandowski tirando otra vez de instinto de pescador del área, de delantero centro puro, marcó el segundo de chilena, más eficaz que bella. Muy seguro el Barça con el balón, menos en las transiciones defensivas.

En lugar de rendirse el Villarreal tiró de orgullo y de genio, y culminando el mismo tipo de jugada con que había intentado hacer daño al Barça en los minutos iniciales de la primera parte, Ayoze recortó distancias. En el 43 Ter Stegen puso una mano sensacional, redentora, y a la salida del córner siguiente se torció la rodilla derecha, se hizo tanto daño que lloró de dolor, y tuvo que ser sustituido. La Cerámica le aplaudió cuando lo retiraron en camilla. Caras de gravedad en sus compañeros como presagiando la gravedad de la lesión.

El Barça tendría que aprovechar esta baja para reflexionar sobre quién tiene que ocupar su portería la próxima temporada. O bien se ficha un portero de fuera o bien se promociona a los jóvenes talentos de la casa, pero la temporada pasada nos sirvió para darnos cuenta de que Iñaki Peña no era un sustituto fiable y las últimas evoluciones del portero titular del Barça subrayan la urgencia del relevo.

La segunda parte empezó en enloquecida y contraria a los intereses del Barcelona. El Villarreal marcó otra vez en fuera de juego, correctamente señalado por el árbitro, y se sucedieron pérdidas de balones innecesarias por parte de Pedri, Eric, Raphinha y Pablo Torre, que propiciaron ataques y ocasiones del Villarreal. Iñaki Peña salvó con un paradón la primera y luego fue el travesaño el que evitó el empate de Pino.

Pero cuando el Barça peor lo pasaba y más cerca, parecía el Villarreal del empate, apareció Pablo Torres para conectar un soberbio disparo cruzado que puso el tres a uno y calmó las aguas revueltas de la segunda parte. Gran gol, gran carácter del joven jugador que tomó la responsabilidad y supo ejecutarla, aunque fuera con la ayuda del codo de un defensa rival. Casadó sustituyó a Pedri, Pau Víctor precisamente a Torre y Cubarsí a Sergi Domínguez.

El Barsa se volvió a adueñar del ritmo de la tarde, y el Villarreal no dejaba de luchar pero veía demasiado lejos la remontada, y de hecho lo estaba. El árbitro se comió un claro penalti sobre Lamine Yamal que el VAR le hizo ver y señalar pero Lewandowski desaprovechó la ocasión para cerrar definitivamente el partido y chutó al palo. Qué manera más tonta de dejar escapar la posibilidad de un hat-trick. Al Villarreal le anularon un tercer gol por fuera de juego, que lo era, y con el susto hizo evidente que no todavía estaba vendido todo el pescado.

Pero en el 74 la suerte finalmente se decantó y Raphinha, otra vez de rebote afortunado, metió el cuarto. Marcelino se sentó con cara de decepcionado: y es verdad que peor suerte no pudo tener, entre los rebotes y los fueras de juego.

El Barça gana en España, pierde en Europa y tiene un problema en la portería. Para cerrar, una estratosférica asistencia de Lamine Yamal con el exterior, de 35 metros, tuvo el justo premio del gol de Raphinha. El gol estuvo bien, pero la asistencia fue un colosal homenaje al fútbol. En los últimos minutos, Lamine Yamal fue objeto de dos entradas muy feas. Sobre todo la de Sergi Cardona mereció la roja directa.