Amanda Gutiérrez: «Espero que la Federación sepa escuchar a las futbolistas»

Se cumple el primer año de vida del sindicato. ¿Qué balance hace?

No podemos estar más contentas de todo lo que hemos hecho, a pesar de ser un sindicato nuevo que ha entrado en un mundo muy consolidado, con todo el poder repartido. Nos hemos dado cuenta de cómo funciona este mundo y de lo poco que interesa que estemos.

¿Se esperaba así este mundillo?

Sabíamos que íbamos a incomodar y que intentarían pisarnos de alguna manera. Tampoco esperábamos, nada más nacer, convertirnos en el sindicato mayoritario. Eso ha hecho que esas piedras que pensábamos que nos iban a poner fueran aún más grandes.

El hito de este primer año de vida es la creación de la liga profesional femenina. ¿Cómo valora su puesta en marcha?

Es importante que se retransmitan todos los partidos. El año pasado perdimos una ola muy importante con el balón de oro a Alexia, los récords de asistencia en el Camp Nou... Eso se ha solucionado. Ahora estamos negociando el nuevo convenio colectivo, y es cuando a nivel de derechos de las futbolistas tendremos que valorar si el cambio va a ser positivo o no.

¿En qué fase se encuentra la negociación del convenio?

Hemos tenido varias reuniones con la Liga. No se ha hablado aún de los temas más conflictivos, pero quiero pensar que el resultado va a ser positivo. Me costaría mucho creer que la Liga no vea que su mayor activo son las jugadoras y que merecen un convenio en condiciones.

¿Qué esperan conseguir?

Lo principal es el tema de la parcialidad. Nos negamos en rotundo a que existan contratos parciales. Las jugadoras están contratadas al cien por cien de su jornada y no puede haber ninguna en fraude de ley. Es una línea roja. En el tema del salario nos hacemos eco de todos los acuerdos que ha firmado la Liga, donde se barajan muchos millones. Ya no vale el discurso de que van a cobrar lo que generan. Es una liga profesional y las futbolistas deben cobrar como tal, teniendo en cuenta que su profesión dura menos que otra, que exige mucha más dedicación en menos tiempo, que su cuerpo está constantemente en riesgo y que cuando terminen su carrera deben tener una salida.

¿Se ha hablado de cifras?

Aún no. Estamos esperando a que la Liga nos dé información de los números que baraja.

¿Acuerdos como el que alcanzaron las árbitras beneficia a la negociación?

Sí, por supuesto. Es una realidad que las futbolistas no pueden cobrar menos que las árbitras. Antes de ese acuerdo ya dábamos por hecho que en el nuevo convenio esa cifra se iba a superar, pero es un argumento más.

Otra pata importante del nuevo convenio es el protocolo contra el acoso sexual. ¿Cómo se va a controlar eso?

No va a ser un tema controvertido porque doy por hecho que ni un solo club se opondrá. Lo que queremos es crear un protocolo que los clubes puedan aplicar y que realmente proteja a las jugadoras. El que hay actualmente se ha demostrado que no funciona, como se vio en el caso del Rayo Vallecano y Carlos Santiso. Ahí nos dimos cuenta de que no protegía a las jugadoras, que tenían que dar la cara y hablar. El nuevo protocolo debe garantizar el anonimato de la futbolista, requerir lo mínimo su presencia en el proceso y acelerar lo máximo la denuncia y la resolución.

También exigen un protocolo parecido de salud sexual.

Es un tema igual de importante que el aspecto físico. Aún hay clubes sin psicólogo, pero creemos que aún hay que ir más allá. Hay que proponer fórmulas en el convenio para que una futbolista pueda tener asistencia psicológica siempre que lo desee sin estar condicionada al club en el que esté.

¿Hay una postura en el sindicato respecto a la incorporación de futbolistas trans a la Liga?

Es un tema pendiente con nuestras afiliadas y sabemos que es muy complicado. Cualquier solución que se aplique va a discriminar, ya sea al colectivo de mujeres o al colectivo trans.

Toca hablar del terremoto en la selección. Ustedes han tomado un papel activo como mediadores del conflicto entre las 15 jugadoras rebeldes y la selección. ¿En qué momento está esa mediación?

Futpro lo crearon las jugadoras y actúa cuando ellas lo piden. Lo importante es conseguir una reconciliación entre ambas partes. Las futbolistas y la Federación sufren con todo esto. Se está devaluando un producto que es muy potente y que debería estar aprovechándose muchísimo más. Buscamos lo que más beneficie al fútbol español y eso es lo que tenemos que hablar con la Federación para alcanzar un consenso.

¿Ha habido ya reuniones?

En este punto es importante no dar detalles por el bien de la mediación, pero sí puedo decir que estamos dando pasos hacia adelante en un sentido bastante positivo.

¿Qué opina de la actuación de la Federación?

Como he dicho, vamos por un camino muy bueno. Yo espero que la Federación sepa escuchar a las futbolistas.

A usted se le acusó de incitar a las sustitutas de las 15 amotinadas para «ir a ver al psicólogo y luego hacer el paripé».

Quiero contestar de forma muy clara. En ningún caso hemos presionado a ninguna futbolista. Me entristece mucho ver cómo medios de comunicación y entidades dan por válida una información sin contrastar sobre una conversación privada. Hemos hablado con todas las jugadoras, las que no están siendo convocadas, las que sí y las de las categorías inferiores. La conclusión es que todas quieren lo mismo. Es por eso que Futpro decidió intervenir en nombre de todas ellas.

¿Le consta que hay enfrentamiento entre las jugadoras amotinadas y las que sí van a la selección?

Es un tema complicado, pero no me gusta hablar de confrontación. Hay que tratarlas como lo que son, profesionales de arriba a abajo y ya está.

¿Cree que las jugadoras han explicado bien su posición?

Ellas hablaron con quien tenían que hablar en un ámbito privado que jamás debería haber trascendido. Al margen de eso, confían en que se pueda llegar a una solución y que siga quedando en el ámbito privado sin ir más allá, porque lo único que hace es perjudicar al fútbol femenino.

Están surgiendo rumores de todo tipo...

Lo primero debe ser lograr un consenso entre ambas partes. Una vez que se consiga sí se podrá hablar y explicar todo. Hacerlo en una situación aún abierta no puede traer ningún tipo de beneficio.