El nuevo Mestalla estará listo en dos años

Manuel Llorente calificó como «un hito histórico el acuerdo. Es un día que queda para la historia y que hace muy felices a decenas de cientos de miles de valencianistas que pronto verán jugar a su equipo en uno de los mejores estadios de Europa. La nueva casa del Valencia permitirá al club dar un salto de calidad en todos los ámbitos».

Bankia asume las parcelas donde descansa el viejo coliseo valencianista para poder explotar o formular negocio a futuro. Hay que recordar que la zona de Mestalla está considerada por los expertos inmobiliarios y financieros como la más importante y con mayores posibilidades de la capital del Turia. Con esta operación la deuda restaría en 225 millones en el debe del Valencia, quedando en unos 150 millones. La sociedad tendrá así una situación financiera sin riesgo —al menos con el riesgo a bancos minimizado— y solicitará un préstamo a largo plazo para acabar el nuevo estadio.

«Quiero agradecer de una forma muy especial a Bankia, una vez más, todos los esfuerzos y el trabajo realizado para colaborar en el futuro del Club y del valencianismo. Ha sido un trabajo conjunto de muchos meses y que, finalmente, se ha logrado gracias a la voluntad, el esfuerzo y la colaboración de las dos entidades», explicó el mandatario valencianista, que destacó en la nota lo fundamental que han sido para alcanzar este acuerdo la solvencia mostrada por el club en los tres últimos años, posibilitada por «sus activos patrimoniales», unido al «compromiso de Bankia con Valencia». El consejo de administración de la banca dio ayer el beneplácito a una operación clave para ambas partes.

Para la misma Bankia porque soluciona un grave problema, pues se trataba de un negocio bloqueado en un sector de riesgo, por lo dudoso de su cobro, como es considerado el mundo del fútbol. Para el Valencia porque logra dar un paso vital para el reflote económico de una entidad lastrada por los quebrantos financieros heredados del mandato como máximo accionista y presidente de Juan Soler.

El nuevo Mestalla cumpliría el próximo mes de febrero tres años paralizadas. Pero como ya informó este diario en enero de 2012 se reactivarán los trabajos definitivamente para acabar un proyecto en el que el club ya ha invertido 150 millones de euros y saldará en breve la deuda de 22 millones —de los 52 adeudados cuando se paralizaron las obras— con la UTE encargada de la construcción, formada por las empresas FCC y Bertolín.

Sobre el proyecto inicial le restan al Valencia invertir otros 150 millones. El nuevo estadio se acabará como estaba ideado, incluida la cubierta, aunque sí podría reducirse el coste global con un reajuste de las calidades. La reanudación de estas obras es clave para la viabilidad económica del club, pues será «una piedra angular» en el marco financiero.