El Rayo afronta una temporada en Primera repleta de dudas

El primer problema que deberán atajar desde Payaso Fofó será el de las renovaciones. Muchos jugadores importantes podrían salir este año , y gratis, de Vallecas. No solo los cedidos Trejo, Armenteros y Antonio Amaya, que volverán al Mallorca, Sevilla y Wigan Athletic respectivamente. A ellos hay que sumar los efectivos de la plantilla que finalizan contrato este verano y de los que no sería raro esperar que ya hayan mantenido negociaciones con terceros ante la debacle económica del club y los impagos durante la presente campaña.

Entre los titulares Cobeño, Piti, Aganzo, Movilla y Arribas quedan en libertad el 30 de junio. Su renovación debe ser prioritaria para el nuevo dueño del club, Raúl Martínez Presa, si quiere mantener el bloque que se ha ganado el corazón de la afición durante esta temporada. Este panorama, para abreviar, conlleva que la continuidad de ocho jugadores del once titular está comprometida . Amén de este grupo de primeros espadas, también finalizan contrato Míchel, el gran capitán, y los suplentes Salva, Tito, De la Vega, Rafa García, Yuma, Susaeta y Rafa García.

Pero, por si esto fuera poco, ni siquiera está garantizada la continuidad de aquellos jugadores que tienen compromiso con la entidad franjirroja más allá de este verano. A 'Coke' Andújar , la perla más preciada de la cantera vallecana, le han salido muchas novias en el último año . El Rayo necesita dinero y sabe que el capitán rayista, un lateral derecho de corte ofensivo que ha jugado de extremo en varios partidos esta temporada, es su jugador más cotizado en el mercado. A priori parece que el equipo mejor colocado para hacerse con sus servicios es el Sevilla. Allí coincidiría con otro viejo conocido de la cantera franjirroja: Álvaro Negredo. A pesar de todo, también han sonado como posibles destinos el Valencia y el Atlético de Madrid.

Tras él, en un hipotético plan de saneamiento que incluya la venta de jugadores, los miembros de la plantilla por los que el Rayo sacaría mayor tajada este verano serían Javi Fuego, José Manuel Casado y Andrija Delibasic.

Pero para llevar a cabo las renovaciones o posibles fichajes ante la avalancha de bajas, es necesario que el club comience a ingresar algo de dinero. Una tarea complicada a día de hoy, cuando los ingresos por televisión del equipo se encuentran embargados por Hacienda . Ahora, con el ascenso conseguido, Martínez Presa cree que conseguirá recuperarlos antes del final de temporada. Pero la viabilidad económica del club, aún teniendo en cuenta la llegada del nuevo dueño, sigue en entredicho. Tanto es así que que representantes de la afición exigieron un compromiso a la nueva directa de que no venderá la plaza del Rayo Vallecano en los próximos dos años.

Pero, además, la afición de Vallecas teme que haya recortes en el resto de la estructura del club. Sobre todo en el filial, que este año en su debut en Segunda B ha rozado la promoción de ascenso, y en el equipo femenino, campeón de la Superliga. Para un equipo como el Rayo, en el que la cantera es un recurso deportivo más forzoso que filosófico, el tener un filial en la categoría de bronce es tan útil como poco rentable .

Vallecas afronta la temporada que viene con recelo. Pocos aficionados están seguros de que el club consiga formar una plantilla competitiva para afrontar el reto. Pero es lo de menos. Los vallecanos llevan esperando este ascenso a Primera con ansia desde febrero no tanto para saborear las mieles del éxito como para garantizar que su Rayito siga subsistiendo aunque sea, como siempre, al filo de la navaja.