El plan para ver a España en Cataluña

Con tan poco en juego, uno de los grandes focos de interés de esta concentración será la vuelta de la selección a Cataluña, algo que parecía imposible no hace tanto tiempo, convertido en realidad gracias al interés del Espanyol por acoger el duelo ante Albania en Cornellá y la predisposición de la Federación Española por regresar a esa comunidad 18 años después. Ellos son los principales responsables de este regreso, aunque en la trastienda destaca también la labor ejercida por ‘Barcelona con la selección’, una asociación creada por un grupo de jóvenes en 2016 que lleva peleando desde entonces para poder ver en directo al equipo nacional en su tierra.

Grandes aficionados a la selección, consideraban una anomalía que el equipo nacional llevará más de una década sin jugar en la segunda ciudad más grande del país. También les molestaba el ninguneo al equipo nacional durante las grandes competiciones. «España llegó al Mundial de Brasil como campeona del mundo y doble campeona de Europa. En otras ciudades se instalaban pantallas gigantes y los bares echaban humo durante los partidos. Aquí algunos ni siquiera los ponían por miedo a represalias», explica a ABC Manel Hernández, uno de los fundadores de la asociación.

Dos años después, coincidiendo con la Euro 2016 se pusieron en marcha. Solicitaron un permiso al Ayuntamiento para instalar una pantalla gigante en la Plaza de Cataluña donde poder seguir el encuentro de octavos ante Italia. Ada Colau se lo denegó. ¿Los motivos? No perjudicar el descanso vecinal y razones de seguridad que nunca les explicaron. Para ellos, el trasfondo era otro. «La selección no puede depender de los ciclos políticos o de que gobiernen unos y otros», cuenta Alberto Giral, otro de los promotores. «Hay muchos aficionados a España en Cataluña y es un defecto de la política intentar acaparar hasta el deporte. Es un error que los políticos cometen siempre».

Pese a los obstáculos no se rindieron, y a cambio pidieron un nuevo permiso para realizar una concentración en apoyo de la selección española en el mismo lugar. Acudieron cerca de 5.000 personas que se encontraron una sorpresa. Poco antes del inicio del partido, los promotores estacionaron en mitad de la plaza un camión con una pantalla gigante colocada en el techo del vehículo. Ahí empezaron a llegar las multas emitidas por el Ayuntamiento, cuyas cantidades han ido pagando a través de donaciones.

Admiten que en todos estos años han tenido que enfrentarse al desprecio y las burlas de una buen parte de la sociedad catalana, pero ninguna situación más grave que las que vivieron dos de sus colaboradoras, Ruth y María Rosa, quienes fueron brutalmente agredidas en junio de 2016 mientras se encargaban de una carpa informativa de la asociación en el barrio de Sant Andreu. Un grupo de encapuchados arrasaron la carpa y golpearon a las dos colaboradoras al grito de «putas españolas, fuera de aquí, os vamos a matar». A una de ellas también le robaron el bolso. Tres años después fueron condenados cinco miembros de ideología independentista afines al movimiento red-skin de extrema izquierda. «Solo ha faltado una cosa, que nos mataran», afirma Manel. «Lo peor fue aquella agresión, pero los Mossos también estuvieron un año investigándonos con fondos públicos y sin autorización judicial, nos han puesto más de 14.000 euros en multas... También está la parte social de ver como tienes a muchísima gente en contra, pero nunca nos hemos rendido. Al final, ese esfuerzo ha tenido recompensa».

Para el partido ante Albania han decidido echar el resto. Nada más confirmarse se pusieron en contacto con la Federación. «Antes, con Villar, ni siquiera nos respondían los correos. Con Rubiales la predisposición siempre ha sido buena. Lo primero que ofrecimos fue que hubiera una grada de animación. Nunca la ha habido en un partido de España. Les gustó la idea y nos dejaron coordinarla. En apenas una semana habíamos vendido las 4.000 entradas que nos ofrecieron en uno de los fondos».

«El partido no tiene mucha trascendencia deportiva, pero vamos a intentar que todo lo que le rodee tenga repercusión», continúan. «Dentro del estadio queremos que sea un espectáculo. Tenemos guardada una sorpresa con una pancarta gigante. Creemos que va a dar mucho que hablar». Pero el despliegue irá mucho más allá. A las 14.45 horas partirá una caravana de coches desde la Plaza Artós en dirección al estadio. Esperan concentrar a un millar de vehículos, cuyo destino será la ‘fan zone’ instalada en los aledaños de Cornellá. Allí recibirán también al autobús de la selección.

«Animar a la selección en Barcelona en directo es un éxito enorme para nosotros. Por primera vez vamos a escuchar el himno de España en el campo», concluyen. ¿Y el futuro? «Quizás debamos colgar las botas y dar paso a otra gente, aunque aún quedan objetivos. Lo más gordo sería conseguir un partido oficial y en el Camp Nou. O que España jugara aquí en el Mundial 2030».