La penúltima sonrisa de Del Piero

Futbolistas que se empeñan en volverse inmortales. Dos de ellos se enfrentaron este miércoles en Turín. Juventus y Roma pugnaban por un puesto en las semifinales de la Copa italiana en el que podría ser el último duelo con Del Piero y Totti sobre el campo. Dos emblemas que tratan de alargar su leyenda -el romano suena incluso para la selección nacional- en el ocaso de su trayectoria.

La grada explotó con el gol. «Un capitán, un único capitán», coreaban las gradas del cuarto estadio de Turín en el que ha goleado «Alessandro Il Grande», uno de sus muchos apodos. No fue uno cualquiera. El capitán dejó su sello con un espectacular remate desde la frontal del área que se coló por la escuadra. La Juve dejaba a la Roma de Totti fuera de la Copa.

«Ya era hora», se regocijaba Antonio Conte , técnico del equipo. «Lo había intentado por las buenas y por las malas», explicaba acerca de su sequía en la que será su última temporada en el club. «Siempre será una solución para nosotros , nunca un problema», sentenciaba un Conte al que, después de compartir vestuario durante años con Del Piero, le ha tocado lidiar con la que será la última temporada del emblema del club.

Su gol llegó, además, en una noche especial para la afición de la Juventus. Se cumplían nueve años desde la muerte de Giovanni Agnelli. Durante años manejó la nave «bianconera» y mimó al joven Del Piero. No era el más rápido, ni el mejor goleador, pero la «vecchia signora» sabía que podía contar siempre con él. Incluso en la Serie B. «Es como Godot, siempre le esperamos», sentenció una vez «l'avvocato».

Lejos quedan sus goles en los cuatro estadios que han vibrado con sus goles. Desde que llegase a los 18 años a la Juventus , su talento se ha paseado por el viejo Comunale, Delle Alpi, el Olímpico y el nuevo estadio de la Juventus, propiedad del club. «Para mí cambia poco este gol», comentaba tras el partido el jugador, que ya se ha hecho la idea de que tendrá que cambiar de aires. Su futuro, de momento, es incierto.

Del Piero siempre ha tenido debilidad por la Premier League y, como hiciera Raúl a su salida del Real Madrid, podría probar fortuna en un equipo de nivel europeo. O elegir los millones árabes, que pugnarían por tener a la estrella en los últimos años de su carrera. Los más románticos desean que no se mueva de Italia. Quizás en el club de su debut, que ahora pelea por ascender a la Serie A. En el Padova esperan a Godot.