Mourinho se pone fecha de caducidad

Pero ni aquí ni en casi ningún sitio la gente se inventa cosas. José Mourinho concedió una entrevista al programa «Today» de la BBC (aquí no concede entrevistas o medio se las monta él mismo) y dejó en mal lugar a los madridistas que vociferaban contra el mensajero porque, efectivamente, no pudo ser más claro: «Mi próximo paso será Inglaterra. Vayan buscándome un buen equipo para dentro de dos años» .

Mou acaba contrato en junio de 2014, y esa es la fecha de caducidad que se ha puesto en el Madrid, si bien también quiso dejar claro que se encuentra cómodo en el equipo blanco: «Estoy feliz de pertenecer al Madrid. Es una gran experiencia. Creo que es probablemente el club más grande de la historia del fútbol , por lo que no podía perderme la posibilidad de trabajar aquí. Sin embargo, mi pasión es Inglaterra y mi siguiente paso será volver allí, y si es posible para mucho tiempo. Así que vayan buscándome equipo para entonces, pero —dijo entre risas— uno que sea bueno».

Lo de la pasión de Mou por Inglaterra no es nuevo. Le gusta más el concepto de fútbol que se tiene allí que el de aquí. A él le place el fútbol de contacto, marmóreo y de mucho músculo, con orden y disciplina. El de aquí le gusta menos. No es de su agrado el «tiqui taca» que tantas veces le ha ganado, ni los jugadores pequeños ni el concepto de fútbol ofensivo que se tiene aquí. Tampoco le convence en exceso que la prensa en general apoye esa clase de fútbol (y no solo porque nos ha hecho campeones del mundo) y minimice el que a él le gusta, con predominio de la gente rocosa.

Incluso, los hay osados que aventuran que no esperará tanto y que se irá en cuanto gane algo importante (no cuando esté perdiendo, porque es de los que les gusta irse en triunfador y no cuando llegan mal dadas).

En la entrevista, Mou desgrana partes de su filosofía futbolística: «Para mí, lo más importante en fútbol es la gestión de los grupos humanos. Es una ciencia humana. Se trata del hombre. La inteligencia emocional es básica en este deporte, y en todos. Una cosa es tirar un penalti ganando 5-0 en un amistoso y otra en el último minuto de un partido de Champions o de la Copa del Mundo. Yo trato de preparar a mis jugadores lo mejor que puedo, pero al final se trata de ellos. Ellos son los que toman las decisiones en el momento correcto. No sé si tienen un don divino, pero son ellos los que, al final, marcan las diferencias. Siempre los analizo en el contexto del grupo, pero al final todos ellos son únicos, y por eso ninguno quiere dejar nunca este trabajo».

Y por último explicó cómo empezó en esto: «Tenía un profesor de Filosofía, ya muy mayor, y yo albergaba dudas sobre la necesidad de estudiar ciertas cosas. Me preguntó si quería ser entrenador de fútbol, y respondí que sí. Entonces me dijo que si un entrenador de fútbol solo sabía de fútbol, ni siquiera de fútbol sabía. Aquello me hizo pensar mucho, y creo que ha sido la base de mi metodología como técnico».