Milito se saca un gol de la chistera
Dice Mourinho (47 años) que está muy feliz en el Inter, pero no en el fútbol italiano. Sus críticas a los árbitros le costaron tres jornadas de suspensión. Su adaptación técnica al «calcio», no obstante, es total. El conjunto negriazul defiende como siempre y ataca ... como siempre, sin arriesgar. O los jugadores le han impuesto al entrenador el ideario o José ha adquirido como buena esta premisa de primero defender y luego ya veremos. El equipo milanés mandó en una estrategia clara de los dos onces: no recibir un gol. Con ese dominio bien cubierto a sus espaldas, tardó más de una hora en lanzarse a por la victoria. Tuvo que ser un pase de Sneijder y un gol inventado de Milito, en un disparo raso, el que rompió el molde al cabo de 65 minutos de mucho «pressing» y poco fútbol. Hasta que Eto'o llamó a filas a sus compañeros: un gol era poca diferencia. Los locales aumentaron su acoso en los últimos veinte minutos. Ya no hubo tiempo para más. [Narración y estadísticas]
Los rusos nunca pillaron al Internazionale en un renuncio. El magnífico Maicon por la derecha y Pandev por el centro quisieron dirigir el austero ataque italiano bajo la tranquilidad de una retaguardia perenne de cuatro hombres: Materazzi, Samuel, Zanetti y Stankovic para segar algunas piernas en el medio.
Eto'o pide más ataque
Eran dos 4-2-3-1 similares, sin riesgo para el espectáculo. Eto'o, Sneijder y Milito se buscaron la vida solos en punta ¡Qué diferencia con el fútbol español!
El camerunés adquirió protagonismo a medida que los locales se convencieron de la necesidad de otro gol. Un remate de Samuel se estrelló en Cambiasso. Sneijder desperdició otra gran ocasión. Por fin llegó su asistencia y el tanto que Milito se sacó de la chistera. Supo a poco para Mourinho. Él lo quiso.
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