Las horas más bajas de Cristiano Ronaldo: su futuro, en el aire

Hasta el momento, su salida del Real Madrid no puede ser más decepcionante. Todo estalló en la final de Kiev, cuando tras meses echando un pulso a la directiva, anunció, aún sobre el césped en el que acababa de salir campeón, su intención de cambiar de aires. «Fue muy bonito estar en el Real Madrid» , señaló, en lo que claramente fue una despedida. Apareció la Juventus, eterna aspirante a la Champions, y rápidamente hubo acuerdo entre todas las partes. Desde entonces, Cristiano ha jugado 121 partidos, anotando 92 goles y dando 22 asistencias, cifras que niegan que se haya acabado su fútbol, pero que no le libran de las críticas. Poco importa que sea el máximo goleador de la Serie A o que sean sus goles los que estén sosteniendo a un equipo plagado de dudas; Cristiano se ha convertido en un problema para la Juventus .

A día de hoy, el de Madeira es el segundo jugador que más cobra del mundo. Su contrato se eleva a los 31 millones anuales, casi el cuádruple de lo que cobra el segundo mejor pagado de la Serie A: su compañero De Ligt, con 8 'kilos'. Su salario, unido a los cien millones que costó a la Juventus, es el principal argumento que utilizan sus críticos. Giovanni Cobolli, expresidente de la Juventus, dijo lo siguiente: «¿Cristiano fue una compra equivocada? ¡Absolutamente sí! Lo dije desde el primer día, mostrando aprecio por un gran campeón que es, pero es demasiado caro y demasiado condicionante. Es asunto de la Juventus vender o no a Ronaldo, pero vale un millón por gol».

Por otro lado, dos figuras de la Juventus, como son Fabio Capello y Alessandro Del Piero, también fueron críticas con él tras la última derrota: «El primer gol en el primer partido es un regalo, hay un gran descuido en el segundo... Ciertos goles no se pueden encajar. […] Pero esto ya es lo más grave. Cristiano saltando y girando en la barrera. Quien esté en la barrera no puede tener miedo a ser golpeado. Es un error imperdonable que no tiene excusas», dijo el técnico. «Cristiano tiene responsabilidades, por supuesto. No tuvo muchas ocasiones, pero desperdició aquel cabezazo que nos acostumbró a aprovechar siempre. Sin embargo, no puede ser únicamente culpa suya. La Juve jugó más de una hora once contra diez», añadió, más benévolamente, el exjugador.

Lo más notorio, sin embargo, es la sensación de hartazgo. Por un lado, la Juventus es consciente de que le paga cada gol a precio de oro, y por otro, Cristiano siente que el equipo no está capacitado para saciar su hambre en la Champions. En los últimos días se han producido filtraciones que agravan esta relación. SportMediaset informó esta semana de la intención de la Juventus de vender a su estrella «para cuadrar las cuentas». El precio sería de en torno a unos 60 millones. Al mismo tiempo, otro medio italiano, como es La Gazzetta dello Sport, filtra hoy que el entorno de Cristiano culpa a la plantilla de los fracasos europeos, rehuyendo entonar el 'mea culpa'.

En este sentido, cabe añadir que la Juventus atraviesa, como cualquier club del mundo, una crisis financiera por culpa del coronavirus, lo que la podría empujar a deshacerse de su estrella. No obstante, Cristiano se beneficia del régimen fiscal italiano , lo que le dificultaría mantener su sueldo en otro país. Más allá de su posible retorno al Real Madrid, objeto de tertulias casi desde el mismo día de su marcha, el diario 'Le Parisien', cercano al PSG , informa este viernes del interés de Al-Khelaïfi en ficharle. El qatarí lleva años soñando con incorporar a Cristiano, aunque antes tendría que hacerle hueco, quizá vendiendo a algún activo como Mbappé o Neymar.

Sea como fuere, no parece que vaya a ser un final de temporada sencillo. La Juventus está obligada, no solo a no tropezar de nuevo en liga, sino a esperar varios despistes del Inter de Milán. Y en mayo, en el que podría ser uno de los últimos partidos de Cristiano con la camiseta bianconera , se jugará la final de la Copa de Italia contra el Atalanta. De ganar, podría cerrarse su etapa en Italia con un título menor, muy lejos del anhelo que tenía cuando aterrizó en 2018: demostrar que, como había hecho en los tres años anteriores, podía volver a salir campeón de la Champions.