Un histórico sin trofeos
La fachada de ladrillo con puertas estrechísimas y las vetustas gradas de Craven Cottage nos retrotraen a los tiempos de la revolución industrial, cuando los inventores del fútbol fundaron clubes en las barriadas de Londres
La estación de Putney Bridge llega a un Londres alejado de los tópicos. Aquí está el Támesis, pero no es el Támesis que pasa junto a las Casas del Parlamento, sino un río más prosaico con barcazas que transportan áridos y otros materiales; hay un ... puente, pero no es el monumental Tower Bridge, sino el Putney, que conduce a las afueras de la capital; también hay un parque, pero no es Hyde Park, sino Bishop´s Park, y a través de sus senderos donde señoras sonrosadas pasean perritos falderos se llega a Craven Cottage, el estadio del equipo profesional de fútbol más antiguo de Londres.
El Fulham St. Andrew´s Church Sunday School F. C. fue fundado por devotos de la Iglesia de Inglaterra en 1879, dieciséis años después de la reunión en la Freemason´s Tavern, en el centro de Londres, donde representantes de escuelas de fútbol establecieron las reglas de este deporte. Craven Cottage, con su fachada de ladrillo, sus estrechas puertas y su vetusto graderío nos retrotrae a los tiempos de la revolución industrial, cuando el fútbol era más deporte que negocio multimillonario. Esta instalación con capacidad para 25.700 espectadores, enclavada en un barrio de casitas bajas, tiene poco que ver con las sedes del Chelsea y el Arsenal. Apartado de la ruta futbolera que siguen aficionados de medio mundo para comprar mercadotecnia, el territorio Fulham tiene un sabor añejo y sentimental.
Su palmarés se resume en una Copa Intertoto ganada al Bolonia en 2002. El orgullo de The Whites, en cambio, no se discute. Han pasado 24 temporadas en la división de honor, la mayoría en las décadas de 1960 y de 2000. En los escaparates de las librerías de viejo del distrito de Hammersmith y Fulham se ven pósters de Johnny Haynes, el ídolo de siempre, que defendió los colores del club de 1952 a 1970 y fue capitán de la selección inglesa. Apodado «el Maestro», su escultura preside la entrada principal al estadio y una de las gradas lleva su nombre. Otro clásico, George Cohen, ganó el Mundial de 1966. Aquí consideran probado que «Inglaterra nunca ha ganado la Copa del Mundo sin la contribución de un futbolista del Fulham». Mohamed Al Fayed rescató al equipo en 1997 tras una época de oscuridad. En 2001 se instaló en la Premier. Ahora este histórico busca hacer historia.
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