«Tomaba una copa más y así no tenía que pensar; pero eso es el inicio de algo más duro»

Usted jugó en un Real Madrid acostumbrado a caer en octavos de Champions. ¿Cómo explica que haya tanta diferencia con este que no se cansa de llegar a finales?

En ese momento no estábamos bien en la Champions, puede pasar. Después de mí el Madrid ganó muchas copas y muchas Champions y estoy feliz por eso. Y ahora tiene al crack de Benzema y está jugando como un equipo. Y ahora el Liverpool... no quiero pensar más en nuestra debacle ante ellos .

¿Se refiere a la eliminatoria que perdieron por un global de 5-0 ante el Liverpool, la del famoso «chorreo», que dijo el entonces presidente Boluda?

Tampoco recuerdo mucho de ese partido, solo que perdimos 4-0 en la vuelta y fue un desastre, un desastre. Pero no tengo grabada ninguna anécdota del vestuario después. Eso es la vida, puedes ganar o puedes perder.

¿Usted va con el Madrid cuando juega o no le quedó tanta afinidad?

Espero que gane. Y que podamos llevarnos la Champions otra vez. Digo podamos porque Madrid todavía está en mi corazón. Deseo la suerte del Madrid.

¿Cómo está siendo su vida después de retirarse?

Bueno, mi vida es más complicada. Es duro, porque hago muchas cosas. Sobre todo en el fútbol y también en la televisión. Ya en mis últimos años de carrera estaba mirando cosas diferentes. Los jugadores al final de su carrera lo mejor que pueden hacer es ver salidas, invertir, nuevos proyectos. A mí me gusta hacer cosas, no solo en el fútbol, sino también en los negocios. Estoy muy ocupado.

En su libro, usted comentó que en Madrid vivió como una estrella. ¿Cómo era esa vida de lujo? ¿Le ha podido perjudicar al colgar las botas? Hace poco se habló mucho de una imagen suya jugando al fútbol…

No es que viviese la vida como una estrella, es que yo estaba antes en Ámsterdam y la primera vez que haces un traspaso a otro país te tienes que adaptar a su cultura. Los primeros dos o tres meses fueron complicados. Tenía que adaptarme y no es fácil, ni en el fútbol ni la vida. Por ejemplo, fui a un restaurante a las siete, porque en Holanda cenamos a las seis... ¡y no estaba abierto! Cerrado todavía. Son cosas que son diferentes de la vida que yo tenía antes en Ámsterdam. Un club como el Madrid, el más grande del mundo, tampoco es fácil. Hay mucha presión, tienes que estar a tope todos los días y en todos los partidos. Entonces, son cosas que no te ayudan mucho a adaptarte.

Se hablaba mucho de fiestas, alcohol… ¿Cómo era todo esto?

Cuando yo estaba bien y me sentía bien, salí algunas veces con mis compañeros y con amigos. Tampoco estaba bien en ese momento con mi vida privada… Entonces, si no estás bien con la familia y en tu vida privada tienes problemas, vas a buscar cosas para ayudarte. Yo pensaba que si tomaba un copa más, no tenía que pensar mucho. Pero eso es el principio de algo más duro. Cuando dejas a tu mujer y ves que tu hijo no está cerca contigo como antes, es muy difícil. Yo era muy joven y no pensaba bien como pienso ahora mismo. No viví como una estrella, pero como era jugador del Madrid, aparte del fútbol, las cosas te vienen. Y eso fue lo más difícil. También jugué bien, sobre todo en mi primer año. Después fue más difícil porque estaba haciendo otras cosas... Lo haría diferente si pudiese hacerlo otra vez.

¿Si no hubiera hecho esas cosas que comenta habría llegado al nivel de Cristiano o Messi?

Yo era diferente de Cristiano y Messi. No quiero decir que yo no viví la vida como un profesional, porque casi nunca estuve lesionado en mi carrera. Pero ellos son profesionales a tope que están viviendo la vida como profesionales todos los días. Todavía siguen pensando solo en el fútbol. Yo viví mi vida y eso es una cosa diferente. Me sentí bien y tengo muchos trofeos y gané muchas cosas en mi vida y estoy superfeliz, 'super happy' con mi carrera.

Usted era uno de los mejores lanzadores de faltas de LaLiga. ¿Lo suyo con las faltas era un don o trabajo?

Bueno, trabajé mucho con Ronald Koeman cuando yo estaba en el Ajax y él era mi entrenador. Casi todos los días después del entrenamiento estaba tirando las faltas con él. Ha sido uno de los mejores lanzadores del mundo en toda la historia y yo le escuchaba bien. Es trabajo. Bueno, también tienes que tener calidad en los pies, pero es trabajo.

Decía Busquets: «Para parar a Sneijder no hay que dejarle pensar».

Busquets es un jugador impresionante que todavía está jugando. Es verdad. Si no puedo pensar y hago otras cosas en el campo, me quita, no digo la calidad del futbol, pero sí la calidad en ese día. Casi nunca pensaba así, estaba concentrado y quería ganar todos los partidos. Entonces es algo positivo si un jugador de calidad así te dice esas cosas. Estoy feliz de que dijese eso.