El Atlético, un hervidero de entrenadores

El récord de permanencia en este periodo de tiempo lo comparten Luis Aragonés y Radomir Antic : están empatados a tres temporadas y veinte jornadas, aunque antes del 91 el primero ya estuvo siete temporadas completas y otras cuatro en intervalos parciales.

El madrileño dirigió al equipo de la 91-92 que ganó la Copa del Rey , y siguió en la 92-93 hasta la jornada veinte. El resto de aquella temporada estuvo marcado por la inestabilidad: en las dieciocho jornadas restantes hubo cinco cambios más y tres técnicos distintos, los argentinos Iselín Santos Ovejero , José Omar Pastoriza y "Cacho" Heredia . Aragonés volvió en la 01-02, el segundo año del "infierno" de Segunda. Bajo su gestión, Fernando Torres marcó su primer gol y el equipo acabó primero de la tabla, consumando el ascenso. Siguió al frente otra temporada más, la 02-03, en la que el club terminó duodécimo.

En cuanto al serbio, protagonizó años más felices. Antic completó tres temporadas consecutivas (1995-98) al frente, un hito que, además de él, solo han igualado o superado Ricardo Zamora (1940-46), Helenio Herrera (1949-52), José Villalonga (1959-63) y el mismo Aragonés (1974-78; 1982-86). Bajo la batuta de Antic estuvo el club levantó sus, hasta ahora, últimos títulos de Liga y Copa del Rey. Fue el año del doblete, con Caminero, Simeone, Pantic y Kiko como grandes estrellas. El éxito de aquella 95-96 sirvió para prolongar la estancia del serbio dos campañas más. Aún volvió en las últimas diez jornadas de la 98-99, y entre las jornadas veintisiete y treinta y siete de la 99-00.

Además de Aragonés y Antic, únicamente ha habido otros dos entrenadores desde el 91 que hayan durado una temporada entera al mando. Javier Aguirre estuvo dos y media. El mexicano aterrizó en Madrid para la 06-07, en la cual alcanzó un logro inédito desde la gestión de Antic: la clasificación para la Copa de la UEFA . En la 07-08 aumentó la apuesta y cuajó un cuarto puesto que metió a los rojiblancos en la previa de Champions , que ganaron la temporada siguiente al Schalke 04.

El cuarteto de supervivientes lo completa Quique Sánchez Flores . Si Antic fue el general de los tiempos gloriosos, Aragonés el Orfeo que bajó a los infiernos a rescatar a su amor y Aguirre el arquitecto que rehizo parte de su grandeza, a Quique le corresponde el mérito de devolverle el lustre con un nuevo título: la Europa League de una 09-10 que empezó como desastre bajo la tutela de Abel Resino y terminó con presencia en dos finales. Además, en la 10-11 se conquistó la primera Supercopa de Europa rojiblanca. Entre Quique y Antic pasaron catorce años sin títulos y trece entrenadores distintos.

Frente a estos cuatro consolidados, la 93-94 ha sido la campaña más inestable no solo de estas dos últimas décadas, sino de toda la historia colchonera: Jair Pereira, "Cacho" Heredia, Emilio Cruz, José Luis Romero, Iselín Santos Ovejero y Jorge D'Alessandro se sucedieron al frente de la plantilla. Seis entrenadores distintos. El que más duró (D'Alessandro) estuvo nueve jornadas.

Así, la situación de Gregorio Manzano no es rara en un club que arrastra un notable historial de inestabilidad. Ha habido cuatro temporadas en estos últimos veinte años en las que el entrenador ha tardado menos en ser destituido. La comparación con Madrid y Barça resulta reveladora: desde la 91-92, han pasado 17 técnicos por el vestuario merengue y ocho por el azulgrana. Mucha distancia con los 26 del Atlético.