La dura etapa tras Messi en un Barça en construcción

Aunque Josep Maria Bartomeu dejó el club a finales de octubre de 2020, no fue hasta marzo cuando Laporta tomó las riendas del club tras arrasar en unas elecciones en las que el ‘soci’ votó influido por sus promesas y su exitosa etapa anterior , unas de las más gloriosas de la historia del club. El nuevo mandatario se encontró una entidad en ruinas, endeudada y con una plantilla envejecida y sobrevalorada. «La situación es dramática» , aseguró tras evaluar los números heredados.

La grave crisis financiera de la entidad incide directamente en la planificación deportiva. El club solo puede incorporar jugadores a coste cero y se ve obligado a vender a Emerson (flamante fichaje destinado a solventar los problemas en el lateral ), a ceder a Griezmann (se marcha el último día de mercado y llega Luuk de Jong , delantero suplente del Sevilla) y a no renovar a Messi. La consecuencia es una pérdida de gol, de potencial y un aumento de la desilusión de la grada. Además, el fair play de la Liga obliga al Barcelona durante este mercado invernal a dar bajas para aligerar la masa salarial y poder inscribir a Ferran y Dani Alves.

La renovación de Messi fue el caballo de batalla de Laporta en las elecciones, pero la situación financiera del club le impidió cumplir con su palabra. Rechazó su continuidad cuando estaban a punto de firmar el nuevo contrato. La salida del argentino fue un varapalo deportivo, pero también un desgaste de imagen y una pérdida de referentes. Fichados el Kun, Memphis y Eric García , nadie ha podido asumir el rol de Messi, que ha generado un hueco a la hora de atraer ingresos en forma de patrocinios, publicidad e incluso en venta de entradas (la mayoría de asistentes al Camp Nou son turistas ávidos de ver al rosarino). El club depositó en Ansu Fati la responsabilidad de convertirse en la nueva franquicia azulgrana, pero las lesiones no le han permitido brillar.

Los malos resultados de la pasada temporada y la llegada de Joan Laporta a la presidencia pusieron a Ronald Koeman contra las cuerdas. Dudando aún de la experiencia de Xavi Hernández, el dirigente azulgrana no se atrevió a apostar por el relevo y permitió que el técnico holandés iniciara la nueva temporada, a pesar de no creer en él, forzado por la incapacidad para encontrarle un sustituto de su agrado. Trató de imponerle un estilo, una alineación y unos objetivos. Al final, el dirigente acabó claudicando, cedió al clamor popular y trajo a Xavi en el mes de noviembre, muy tarde.

Muchos de los problemas que ha tenido el Barcelona se han debido al gran número de lesiones que han privado al equipo de contar con sus mejores jugadores, como Ansu Fati, Pedri, el Kun Agüero (obligado a retirarse por una arritmia cardiaca), Dembélé , Braithwaite... Casi todos en la delantera, lo que ha evidenciado una notable falta de gol que ha gravado considerablemente la trayectoria del equipo. Las ansias por recuperar a futbolistas han llevado a los preparadores físicos a f orzar la reaparición de algunos jugadores que han terminado recayendo de sus lesiones. Todo ello provocó el enfado de Koeman y la exigencia de Xavi de remodelar los servicios médicos de la primera plantilla azulgrana.

Tras ganar el triplete en el año 2015, el Barcelona no ha sabido regenerarse y ha ido sufriendo sucesivas decepciones en Europa, algunas tan humillantes como el 2-8 ante el Bayern de Múnich. En 2021, el Barça tocó fondo al quedar eliminado en la fase de grupos, algo que no sucedía desde el 2000. Abocado a disputar ahora la Europa League , un torneo que el barcelonismo desprecia («hay que volver a poner al Barça donde se merece, que no es la Europa League», aseguró Xavi), el objetivo prioritario pasa por quedar entre los cuatro primeros en la Liga para poder regresar el próximo curso a la Champions.

A pesar de todas las adversidades, el Barcelona sigue encontrando en su cantera y en la apuesta por los jóvenes la ilusión de un futuro prometedor. Pedri (renovado hasta 2026), Ansu Fati (2027), Gavi o Nico son una realidad a los que se unen Abde, Alejandro Balde o Ferran Jutglá.