Cesc o Iniesta, el dilema de Vilanova

En las tertulias improvisadas se da por hecho que el manchego está para ser titular, que su última lesión no ha sido demasiado grave como para haber perdido el ritmo de competición. Iniesta ha estado tres semanas de baja, pero ya reapareció contra el Benfica, minutos para coger confianza. Si Iniesta está bien, nadie discute su titularidad. Falta por ver en que estado se encuentra.

Iniesta es, junto a Messi, el jugador más desequilibrante del Barcelona, uno de los más activos siempre que se enfrenta al Real Madrid. Llevaba una temporada notable y se frenó después del compromiso de España ante Georgia . Veinte minutos en Portugal dan a entender que está bien.

Si Iniesta entra, debe salir alguien. Y las papeletas señalan a Cesc Fábregas. Básicamente porque Tito Vilanova mantiene una filosofía muy clara y no renuncia jamás a ella: siempre juega con bandas muy abiertas , por lo que se entiende que Alexis y Pedro seguirán en el equipo. Eso implica que podría ser Cesc el que se caiga.

Sin embargo, Fábregas está retomando el pulso y en Lisboa le dio continuidad a su buena actuación en Sevilla. No se acordaba de cuándo celebró su último gol y se ha redimido con dos en el Sánchez Pizjuán y otro en Da Luz, un centrocampista con una llegada brutal.

Se le cuestionó en esta primera parte de la temporada, pero él insistió en que estaba por el buen camino, feliz en un club al que ama con pasión. Ya el primer año le costó mucho adaptarse porque pasó de ser la manija del Arsenal a uno más en el engranaje azulgrana de Pep Guardiola. Además, su polivalencia a veces juega en su contra porque le emplean en todas las posiciones del centro del campo e incluso ha actuado como falso delantero. Cesc vale para todo.

También podría darse el caso de que Tito renuncie a uno de esos extremos y poble la medular. Mantendrá la línea de cuatro defensas atrás con el enigma de los centrales (apuntan Mascherano y Song) y se da por sentado que Busquets y Xavi estarán en el centro del campo.