El cruyffismo y el Barça, cuando la excelencia pasa a ser una condena

¿Pero qué es el cruyffismo que exige Laporta como condición para la continuidad de Koeman ? La idea es controlar el balón, evitar que el rival se sienta cómodo, pero con la portería rival como objetivo. De nada sirve acabar los encuentros con el 80 por ciento de posesión si no se ha disparado a puerta o de batir el registro de pases sufriendo ante un equipo inferior. «La posesión es el medio, no el fin. El objetivo es llegar a la portería lo antes posible», explica a ABC Jaume Langa , fisioterapeuta del Barcelona que durante los 34 años que estuvo en el Barcelona asistió a muchas charlas de Cruyff o Guardiola. Los rondos, las triangulaciones, las ayudas y los cambios de posición continuos son la base y lo que se enseña en la cantera. «Para que un equipo juegue con un sistema determinado hay que fichar o tener futbolistas para este sistema. Si no tienes a los jugadores adecuados no lo puedes aplicar», añade Langa.

Parte del barcelonismo y del palco le afea a Koeman un fútbol insulso y un pragmatismo destinado a ganar desde el conservadurismo. No obstante, otro sector reconoce las dificultades para proseguir con el manido ADN tras la marcha de jugadores que lo perpetuaban, como Messi, Xavi o Iniesta. «El Barcelona es esclavo de la gran escuela que fue. Lo que hizo Cruyff con el Barcelona y después Guardiola difícilmente se volverá a ver. El estilo hoy en día se llama jugadores, los que tienes en este momento», apunta Miguel Reina , exportero internacional del Barcelona entre 1966 y 1973.

La afición se divide entre los que piensan que la condición neerlandesa de Koeman le permite apostar de forma desinhibida por la cantera y el fútbol total y los que creen que esta muy alejado del credo atrevido y ofensivo que implementó Cruyff y que perfeccionó Guardiola. Antoni Guil , presidente de la Confederación Mundial de Peñas del Barcelona, cree que el equipo «debe adaptarse a los cambios». «No hay que perder el ADN , el modelo y el estilo, pero hay que adaptarlo a las circunstancias y el equipo que teníamos hace unos años no es igual al que tenemos ahora», añade. El perfil de los jugadores es clave para Guil que aboga por «readaptar el modelo, como hizo el propio Cruyff, que fue evolucionando su modelo en función de los futbolistas que tenía en cada momento».

Si hay alguien que admira a Johan Cruyff es Ramon Alfonseda , delantero del Barcelona entre 1969 y 1973, formado en las categorías inferiores del club y actual presidente de la Agrupación de Veteranos del club catalán. «El Barcelona tiene un estilo que nos ha dado los mayores éxitos a lo largo de nuestra historia, pero también es verdad que es un sistema que, en función de los jugadores que tienes y de los rivales, lo tienes que hacer evolucionar. Debemos ser fieles a un sistema, pero con un concepto evolucionado y eso viene a través de los futbolistas que tenemos en la cantera, del equipo contrario... Nos tenemos que adaptar. Guardiola también se tuvo que adaptar cuando llegó a Alemania o al City. Si Pep fichara ahora por el Barcelona debería adaptarse a los jugadores que hay», argumenta Alfonseda. «Un sistema cerrado e inamovible es difícil que fructifique porque hay que tener a los jugadores adecuados y ver cómo juega el rival», añade el exfutbolista.

Pablo Alfaro , que actualmente es comentarista en Movistar, formó parte del Dream Team y tuvo a Cruyff como entrenador, lo que le habilita para posicionarse en el debate que atenaza al barcelonismo. «El Barcelona es mucho más esclavo de su situación actual y de su presente, que va bastante más allá del ADN y del estilo. Es verdad que lo que llena en el Camp Nou es una forma de jugar muy estética, manejando los mismos mecanismos y asociado a gente con un nivel técnico muy alto. Pero ahora la situación de club es la que es y los jugadores que tienen más ascendente y pueden llevar la calma son cuestionados y empiezan a dejar de ser eficaces. Además, en esta vida, no solo en el fútbol, el pensamiento único ya esta demodé. Lo que servía de guía ahora esta mucho más globalizado y democratizado y tienes que saber adaptarte a los tiempos. No puedes anclarte a un recuerdo», insiste el mítico defensor.

Se defiende Koeman como gato panza arriba recordando que hace un año «el Barcelona perdió 2-8 ante el Bayern con Messi, Griezmann y Luis Suárez», futbolista que ya no tiene. Rehusa el rol de oportunista, pero recuerda que esta semana logró un resultado mejor ante el Bayern. «Y acabamos con Mingueza, Araujo, Balde, Eric García, Gavi, Pedri, Demir, todos jóvenes...». Aquí surge la defensa de Alfaro, que recuerda: «El Barcelona tiene muchas bajas arriba, que son los puestos más determinantes, y cuando Agüero, Ansu Fati o Dembélé estén bien el equipo subirá mucho a nivel ofensivo, pero ahora hay que adaptarse». Es el precio del cruyffismo.