La «cenicienta» se atraganta

El problema para no sumar lo previsto fue que los blanquinegros se toparon una y otra vez con una retaguardia superpoblada entre la que Roberto Soldado , que pasa por un momento dulce en este arranque de temporada, no pudo encontrar un balón en condiciones para aumentar sus números y meter en la casilla del Valencia tres puntos que, según evolucione la fase de grupos, podrían ser necesarios. Y es que no será fácil puntuar en el doble enfrentamiento con el Chelsea o en la visita al difícil Bayer Leverkusen.

Los argumentos del Genk no fueron más allá del cerrojazo, de lo correoso de sus futbolistas, de lo fogoso de la grada y de un claro interés por salvar como fuese el empate. Decía en la previa el capitán del conjunto belga, Hubert, que hasta la fecha no se habían enfrentado a jugadores del nivel de los del Valencia salvo en la PlayStadion. Lo cierto es que pocas opciones tuvieron, porque no las generaron, salvo aprovechar un par de errores propios de los de Emery para poner a prueba al debutante Diego Alves , quien, por cierto, en la recta final del encuentro, sacó una mano salvadora a remate de Simaeys. El Genk, que era la «cenicienta», acabó tuteando al conjunto de Emery, al que le costó leer el partido. Lo hizo tarde. Al final, el dominio valencianista, que fue de más a menos en el encuentro, fue esteril ante un Genk que celebró el empate como una victoria.