Agüero guía al Atlético a cuartos

Obligado a remontar el tanto de Simao en su despedida del Calderón, el Español saltó al césped revolucionado y provocó los nervios de una zaga colchonera que con el cambio de año parece haber recuperado la fiabilidad (un sólo gol en contra en los últimos cinco partidos). Pero Pochettino y sus hombres comenzaron a sufrir idéntica mutación que padecen en Liga después de la derrota ante el Barça. Con el correr del reloj bajaron alarmantemente el pistón y sólo las indecisiones en defensa de Perea y las ganas de Sergio García mantuvieron en la bulliciosa afición españolista la esperanza de que el gol hiciera acto de aparición.

Perdido hasta entonces, Agüero no dejó pasar la oportunidad de reivindicarse como nuevo líder, capitanía incluida, del Atlético. Después de controlar con el pecho un pase por alto de Raúl García, se fue en velocidad de dos zagueros y lanzó un disparó que, tras tocar el larguero, besó la red. El argentino, quien firmó su 215 partido con la camiseta rojiblanca e igualó a Futre , comenzaba un recital que prolongó hasta el descanso. Con Forlán lesionado, el Kun buscó a Reyes y la sociedad funcionó. Caído a banda izquierda, el sevillano había dado en inicio del partido muestras de su peligrosidad al poner un balón a Raúl García que el navarro empaló de primeras para hacer temblar el larguero.

Los esfuerzos de Javi Márquez, que cada día apunta mejores maneras, eran escaso argumento para un Español que en los compases finales no veía la hora de que Pérez Lasa indicara el camino de los vestuarios. En medio del desconcierto perico, Agüero sentó a Chica pero su disparo era desviado por un defensor bajo los palos a córner. En el posterior lanzamiento de esquina el árbitro anulaba un gol a Kun por fuera de juego inexistente.

La entrada de Luis García enrabietó a los locales. Dos tiros a los postes y un paradón de De Gea en un extraordinario lanzamiento del asturiano obligaron a retroceder a un Atlético que perdía a Assunçao al recibir una patada en la cabeza. El duelo se tornó copero. Partido de ida y vuelta, pérdidas de tiempo, tanganas... y emoción hasta el final. El gol de Luis García en la prolongación alargó el sufrimiento, pero no evitó un derbi madrileño en cuartos.