LIGA DE CAMPEONES
El Barcelona se estrella en Glasgow
El correoso Celtic vence a los azulgrana, que suman su segunda derrota de la temporada y aún no están clasificados
ENRIQUE YUNTA
El Barcelona patinó en su viaje a Escocia , superado por un fútbol totalmente opuesto al suyo. Perdió ante el Celtic pese a dominar durante toda la velada y su derrota, la segunda de la temporada, le priva de celebrar su pase a octavos ... de final de la Liga de Campeones, igualmente muy cerca por lo bien que lo había hecho antes. Este miércoles se desfiguró como de costumbre en defensa y no hubo rescate de los delanteros , castigados por los palos y por un descomunal portero como es Fortser. El gol de Messi llegó demasiado tarde y ni siquiera se lo pudo dedicar a Thiago, su hijo recién nacido. Definitivamente, no era el día, no tocaba.
En la Liga de Campeones lo que vale es ganar y al Celtic le importan poco las formas , que en la práctica son totalmente distintas a las que propone el venerado Barcelona. Habrá quién pueda discutir la calidad del espectáculo, pero queda prohibido cuestionar el espíritu escocés, avalado por más de un siglo de historia resumido desde la épica. Ante el conjunto azulgrana, aferrado a una idea innegociable, los británicos conquistaron el cielo que se les negó en el Camp Nou después de un ejercicio impecable de supervivencia y todavía sueñan con clasificarse.
Fue lo más parecido a un partido de balonmano con una sola portería , bochornoso el porcentaje de posesión sin que realmente sirva para mucho. El Barça tuvo la pelota de principio a fin, pero se trata de que llegue a la red y la única vez que lo hizo no había tiempo para festejos, penalizado por la falta de puntería anterior. A partir del primer tanto local, tuvo 70 minutos para revertir la situación, pero falleció en el intento e incluso se llevó otro zarpazo cuando Vilanova se la jugó a la desesperada . Su grupo es humano.
El Barça hizo casi todo lo que tenía que hacer, dueño y señor de la noche sin que tradujera el dominio en premios. Y el Celtic también ejecutó a la perfección su plan, tan previsible que cualquiera podía deducir que si había peligro llegaría por alto. El primer saque de esquina estaba predestinado desde el momento en el que Jordi Alba, 1,70 metros, cerraba el segundo palo, al que casualmente acudía un tipo como Wanyama, 18 centímetros más alto. Ese palmo marca la diferencia a la hora de defender una jugada de estrategia, la diferencia entre el Celtic y el Barcelona. Por el aire, siempre ganarán los británicos.
Con todo, el tanto no alteró en absoluto el panorama ya que el Barcelona mantuvo la calma , toque y toque hasta llegar a un gigantesco Forster. Sin embargo, cuando los azulgrana consiguieron superarle, chocaron con el palo en dos ocasiones , desgraciados los remates. El primero fue de Messi, obcecado y con la mente puesta en Thiago. El segundo fue un cabezazo de Alexis, titular en lugar de Villa porque es el que elige Vilanova cuando el equipo viaja. El chileno fue, junto a Bartra, la noticia en el once.
La reanudación hizo más agónico el intento del Barça. Llovía en Glasgow, habitual la imagen, y se encerraron los verdiblancos mientras bailaba sin gracia el Barça. De un lado para el otro sin nada que rascar, errático en la zona de peligro. Mal lo vio Vilanova y dio entrada a Piqué por un nervioso Bartra, a Villa por un intermitente Alexis y a Cesc por un desbordado Song . Tres cambios que no cambiaron nada.
Mientras lo intentaba el Barcelona a lo bestia, sin apenas defensas para ayudar a Valdés, un obús acabó con su esperanza. Watt cazó un balón mal despejado por Xavi y a la carrera sonrojó a los centrales visitantes, vulnerables independientemente de quienes sean. Ese tanto significaba el fin del pulso pese a que al Barça aún le latía el corazón, agónico el gol de Messi cuando el reloj marcaba la hora . Llegó tarde, el accidente fue inevitable.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete