LIGA BBVA
Messi alivia al Camp Nou
El Barcelona, nervioso, venció sin brillo al Almería gracias al despertar del argentino
ENRIQUE YUNTA
Como lo que está por venir parece bastante más divertido que lidiar con el colista, esplendoroso el día en Barcelona como para estar en cualquier terraza de la ciudad, el Camp Nou se apalancó y en su cabezadita casi se pilla los dedos. ... El último de la fila alteró al primero, puso de los nervios a un irascible Guardiola y sin brillo salvó los muebles, obligado a remontar porque se dio cuenta de que había partido una hora después de que empezara a rodar el balón. Se movió menos que de costumbre, pero a estas alturas, justas las fuerzas, casi vale con ganar y superar etapas. [Narración y estadísticas]
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El Almería , renovado en el banquillo con otro cambio a la desesperada porque le calienta demasiado la brasa del descenso, salió valiente con la intención de convencer a Roberto Olabe, repleto de medias puntas y sin un «9» de referencia. Le bastó para hacerle cosquillas al Barça en el inicio , exigido con tres saques de esquina en un cuarto de hora, descentrado en defensa el cuadro catalán porque cada día hay uno nuevo al lado de Piqué. Esta vez jugó Milito, pero también fueron novedad en el once Pinto, Maxwell, Thiago o Bojan, castigado éste último por una lesión a la media hora cuando era de lo mejorcito.
El Barça se duerme
Se consumió el primer acto entre bostezos porque el Almería cumplió en ataque y en defensa y porque al Barcelona se le nubló la vista, pasivo ante el grito de Guardiola que reclamaba máxima atención ante el farolillo rojo. Ni siquiera el triunfo del Madrid en San Mamés agitó a los azulgrana ya que si miran la tabla ven que tienen tanto margen que se centran en el más allá, repletas de clásicos las dos próximas semanas. Hay cuatro por jugar y cada uno tiene un premio diferente y en el primero, el sábado que viene en el Santiago Bernabéu, no estará Mascherano por acumulación de amarillas .
Hubo muy poco de los genios del Barcelona, obtusos y sin argumentos cuando mordían los andaluces con una encomiable presión muy arriba. Es cierto que a Pinto se le apretó poco, pero mucho menos a Diego Alves en la meta contraria y no fue hasta la reanudación cuando se divirtió el desorientado personal. Antes, sólo hubo algo de Messi sin que el gol le devolviera la palabra hasta que un penalti le recordara cómo eran los festejos, aunque poco tenía que celebrar el argentino porque su tanto fue al tiro de que el Almería diera un susto de muerte al Camp Nou, adelantándose en el marcador inmediatamente después de que Villa repitiera puntería con el palo. En cuatro esquizofrénicos minutos de ida y vuelta, 1-1 y otra vez a empezar.
Para el sentir popular, carecen de mérito los tres puntos porque se daban por ganados antes de jugar, pero al Barcelona le tocó una tarde-noche de sudores fríos que casi acaban con Guardiola, más enfadado que nunc a. Se resolvió el enigma con el remate de Thiago en un saque de esquina, lanzado por Messi en lo que supone una nueva asistencia (ya van 18) del argentino y el delantero cerró la velada con un tanto en el último suspiro. Él solito volvió a ganar el partido.
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