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El Atlético empieza a creer

Enérgico atrás y con un estelar Falcao, logra su primera victoria del curso a domicilio

El Atlético empieza a creer efe

josé carlos j. carabias

Diego Simeone ha transformado la realidad del Atlético a partir del único escenario donde el negocio del fútbol tiene sentido: el campo de juego. Por costumbre desnortado ante una evidente falta de criterio, el equipo colchonero cree en lo que hace. ... Tiene una hoja de ruta, un croquis para guiar sus pasos. Energía, presión y velocidad para combinar y rematar. Y la portería blindada. Así confiscó una cuenta pendiente y logró su primer triunfo del año como visitante. [Así lo hemos narrado]

Ha adquirido el Atlético otro cuajo. Desde la llegada de Simeone posee una capacidad superlativa para competir . No admite la depresión como excusa para bajar los brazos, jugar con las manos en los bolsillos o cualquier otra justificación tan al uso en la historia colchonera. Dotado de una férrea voluntad y de una idea común que se ejecuta a ojos cerrados, el Atlético empieza a creer. [Estadísticas]

Comenzó el partido desnivelado en la balanza para la Real Sociedad . Un centro de Diego en el minuto uno golpeó en el brazo a Demidov , cortó la trayectoria del pase y Falcao enhebró el 0-1. Tira los penaltis el colombiano con una propiedad fabulosa: mira siempre al portero, avanza mecánico hacia el balón y siempre engaña a su enemigo.

La Real percutió enseguida contra una formación rocosa, que elige el derribo (llamado falta táctica por los puristas) por encima de cualquier opción. Nunca un adversario se da la vuelta en ventaja o pasa con el balón. Apuesta de riesgo para el Atlético, que, antes de la media hora, ya había cometido catorce faltas.

La Real se vio atrapada por una red rojiblanca. El Atlético se movió como un acordeón , acompasado en la presión, de un lado a otro del campo, sin respiro y en un gran despliegue físico. Nunca recibió el balón un jugador de la Real sin un rayado a su vera. A partir de esa solidez defensiva, el equipo de Simeone comienza a jugar.

El Atlético se proyecta ahora con velocidad, busca la pared, combinaciones ligeras, sin arabescos gratuitos. Lucidez en una institución confusa. El primer disparo de los donostiarras llegó a partir de una pérdida de Falcao.

La Real solo vio una posibilidad en los impetuosos arranques de Miranda y Godín al borde del área que se convirtieron en faltas peligrosas. Ningún realista atinó a calcinar a Courtois y el Atlético siguió con su plan. El trasvase de Mario Suárez (sospechoso por blando en un puesto nuclear) por el sancionado Tiago no penalizó el devenir rojiblanco. Aunque, a la hora de la verdad, Simeone no escondió sus preferencias y lo cambió por Assunçao ya en el ecuador de la segunda mitad.

En una asombrosa coincidencia, el Atlético volvió a marcar en el minuto uno de la segunda parte. Una gran pared de Falcao con Juanfran terminó en la serena frialdad de Adrián , que acertó a la segunda frente a Bravo . El Atlético se cargó de razones para celebrar al fin la victoria a domicilio. Por falta de hábito seguramente, concedió terreno a su enemigo, retrasó su flanco de presión y se colgó de Courtois. En una noche feliz, la amenaza latente se transformó en una maravilla : los dos últimos goles de Falcao.

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