Preguntado por los posibles refuerzos para el equipo brasileño el técnico respondió con una broma: «Mattos, Cicero y el presidente saben los refuerzos a tratar. Trabajarán con los nombres que les doy, pero no los diré aquí ahora. Entre otras cosas porque mañana se puede estrellar el avión y morir todos ».
« Si algunos mueren, incluso tiraré fuegos artificiales », prosiguió.
Viendo que su respuesta no era tomada como la broma que él pretendía, Scolari trató de justificarse casi de inmediato y culpó a los periodistas por no entender su tono jocoso. En ningún momento se retractó por un comentario que podía herir sensibilidades en un país en el que el trágico accidente aéreo del Chapecoense aún está muy presente .
«Pero ustedes no son jugadores, ustedes no entendieron mi broma ... Esperaré la semana a lo que suceda. ¿Luiz Adriano? Sí, es posible. Nos daría opciones», zanjó.
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