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España-Macedonia

Conexión canaria en la nueva era

David Silva, capitán en su partido 108 con la selección, fue de lo mejor y conectó con Vitolo, que marcó otra vez

Silva, durante el partido contra Macedonia REUTERS
Enrique Yunta

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Como el partido, por ser suaves, era un sopor de los buenos, España se abrazó sin saber muy bien por qué cuando Velkovski hizo el trabajo de los atacantes, señalado el central de Macedonia al marcarse un gol en su propia portería. En cierto ... modo, fue el castigo a la poca ambición de su equipo, asumida la inferioridad desde el sorteo de campos y plantado el autobús sin mayor esperanza que la de un golpe de suerte o algo parecido. A España le valía el favor y festejó el gol que no supo hacer, espesa y por momentos previsible mientras la gente de Los Cármenes se recreaba con la ola al cuarto de hora. «Escúchame, esto no es mucho mejor que el Granada, ¿eh?», bromeaba un muchacho en los servicios al descanso, decepcionado porque no veía ni una gota de magia. España, con lo justo y con Silva , hizo uno de esos partidos de oficio, que suele ser el calificativo cuando se gana y no se juega prácticamente a nada. Y así fue la noche en Granada, fría y aburrida sin que nadie vaya a recordarla de aquí a unas semanas. Se trataba de ganar, así que Rusia y el Mundial de 2018 queda un poquito más cerca.

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