Benevento, el equipo embrujado

Enclave sureño a 90 kilómetros de Nápoles, parada obligada en época romana para los viajeros de la vieja Vía Apia, la ruta que conectaba los mares Tirreno y Adriático, Benevento, donde el fútbol levanta pasiones , siempre había deseado disfrutar de su club entre los mejores de Italia. Una trayectoria meteórica iniciada en 2015 y culminada con dos ascensos ha permitido a la entidad aparecer esta temporada en la máxima categoría por primera desde su fundación, en 1929 , pero la experiencia no está resultando, ni mucho menos, como esperaban sus seguidores. Seis goles a favor y 33 en contra. Los partidos van se van consumiendo y los puntos no llegan. Ni una alegría, ni un empate de consuelo después de un tercio de campeonato. Ayer estuvo muy cerca de conseguirlo, pero el fútbol volvió a ser cruel con el Benevento ante el Sassuolo (1-2) .

Lo de este equipo que apenas pudo fichar en verano por sus limitaciones presupuestarias parece, como se vio este domingo, cosa de brujas, la imagen que luce en su curioso escudo . Después de que Samuel Armenteros igualara un gol del visitante Matri en el segundo tiempo, el árbitro decretó un penalti a favor del Sassuolo en el tiempo de prolongación. El jolgorio desatado en la grada del estadio Ciro Vigorito por el fallo de Berardi al ejecutar la pena máxima se tornó en desconsuelo e incredulidad cuando Peluso dio el triunfo a los visitantes en la última jugada del duelo. Pitido final, trece derrotas seguidas y una nueva decepción para el equipo que entrena Roberto de Zerbi , sustituto de Marco Baroni en el banquillo después de que el entrenador del ascenso a la Serie A encadenara las nueve primeras derrotas del curso. Un cambio que no ha enderezado el rumbo.

Hasta ayer, el Manchester United , que encadenó doce en la temporada 1930-31, tenía el récord de derrotas seguidas en un inicio de liga. El humilde Benevento, aunque no de la manera que hubiera deseado su hinchada, entró en la historia del fútbol europeo al arrebatárselo.