Banega se gana el sitio de Verón
POR R. COSÍN
VALENCIA. Diego Armando Maradona asumió el cargo de seleccionador de Argentina hace quince meses. En ese tiempo, el «Pelusa» ha llegado a convocar hasta 101 futbolistas. Entre ellos, estuvo en la lista del «10» el valencianista Ever Banega. Fue en un amistoso ... en Barcelona el pasado mes de diciembre. Pero el jugador blanquinegro quiere más. Pide más. Pero lo hace con la boca de sus botas. Banega pasa por un estado de forma impecable y lleva con sobriedad la vara de mando del juego del conjunto blanquinegro. La última muestra fue el sábado en la victoria del equipo valenciano en Mestalla ante el Valladolid. Hasta la fecha ha demostrado que es jugador para mucho más que un amistoso con la albiceleste. Tanto como el Mundial.
Su principal rival en el puesto hoy por hoy es Juan Sebastián Verón, la «Brujita». El centrocampista de La Plata cumple mañana 35 años, pero con Maradona ha vuelto a ser un fijo, sobre todo en la última parte de la fase de clasificación de Argentina para el Mundial de Suráfrica. A lo largo de la misma, han jugado en el eje del centro del campo suramericano Mascherano -el jugador del Liverpool es fijo como «stopper»-, Gago -no es habitual con el Real Madrid-, Esteban Cambiasso -pieza angular del Inter- o Bolatelli.
Pero la «Brujita», cuyo currículum se extiende a Estudiantes, Boca Juniors, Sampdoria, Parma, Lazio, Manchester United, Chelsea, Inter de Milán y en la actualidad lidera de nuevo el Estudiantes desde 2006, es el futbolista que ocupa el puesto de mando de la albiceleste. El que quiere y se está ganando ese puesto es Banega (Rosario, 29/06/1988) como cerebro de un Valencia que va lanzado a volver a la Liga de Campeones por la puerta grande.
De la nada al todo
El centrocampista argentino firmó con el club de Mestalla el 3 de enero de 2008 con sólo 19 años a sus espaldas y un puñado de partidos en el primer equipo de Boca. Su coste de 18 millones de dólares y la deplorable situación por la que pasaba el Valencia de Ronald Koeman no fue el mejor escenario para irrumpir en Europa. De hecho, lo pagó.
La pasada temporada el técnico Unai Emery prefirió que se le buscase una salida. Marchó cedido al Atlético, pero el rosarino no tuvo mucha suerte en su aventura madrileña. Algún buen partido no fue suficiente para que los colchoneros hiciesen uso de su opción de compra. Con esto retornó el pasado verano para hacer la pretemporada con el Valencia. Siempre estuvo más fuera que dentro. Tanto es así que a pocos días del cierre del mercado llegó al club «che» una oferta del Stuttgart alemán de siete millones. Emery le dijo que contaba con él y Ever decidió quedarse, aunque de partida no entraba en las quinielas de la titularidad.
Cosas del fútbol. Tuvo su oportunidad en las primeras semanas de la Liga y comenzó a aprovecharla. A crecer. Y a ganarse el puesto como maestro de ceremonias del juego valencianista. Hoy por hoy ha ganado incluso galones dentro del vestuario y nadie se le pasa por la cabeza una salida del centrocampista argentino. Sus 21 años y el buen momento por el que pasa hacen que se haya ganado un puesto en el Mundial. El de Verón.
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