«Vaya pibe. Juegue como usted sabe y, si puede, tire un caño»

Hoy se cumplen 35 años de aquel debut, el origen de la edad dorada del fútbol argentino. «Pelusa» siguió la orden de su míster. Recibió su primer pase de espaldas a su marcador, Juan Cabrera, al que le hizo un amago y le deslizó el balón entre las piernas. "La pelota pasó limpita y enseguida escuché el 'ooooole' de los hinchas, como una bienvenida" , escribió Maradona en su biografía, «Yo soy el Diego».

Giacobetti, según ha contado a la agencia EFE, aún recuerda aquel partido: "Yo era centro-medio y ese día Montes me puso por la banda izquierda porque quería contener a los volantes del Talleres, que tenía un gran equipo. No jugué bien y por eso en el entretiempo salí para que entrara Diego".

El hombre al que sustituyó Maradona es ahora dueño de una inmobiliaria, aunque llegó a jugar 25 partidos con su selección. Ya está acostumbrado a que su nombre solo suene en los medios cada vez que se cumple un aniversario del Talleres-Juniors, pero admite que cuando lo sentaron en el banquillo tenía "una bronca tremenda" .

El Maradona adolescente, que vivía en una casa humilde en el barrio porteño de Villa Fiorito, se trasladó ese día al estadio en autobús urbano junto a su padre, Don Diego. "Era un tipo tímido, callado y poco comunicativo . Siempre digo que él se expresaba con la pelota y el respeto se lo ganaba con las cosas maravillosas que inventaba dentro del campo", recuerda Giacobetti.

Luis Galván, un defensa del Talleres que en 1978 estuvo en el once titular de la final del primer Mundial que ganó Argentina, relató que el Talleres-Juniors estaba en manos de su equipo hasta que Maradona pisó el césped. "A partir de allí cambió todo. Diego se puso el equipo al hombro y nos fueron arrinconando en nuestra portería. Terminamos defendiéndonos. No podíamos creer lo que hacía ese chico con una inmensa melena llena de rulos", recuerda.

El Argentinos Juniors perdió por 1-0 . Pero «Pelusa» desvirgó por partida doble a la portería el 14 de noviembre de aquel mismo año, en un partido contra el San Lorenzo de Mar del Plata que terminó 5-2 a favor de los Juniors. Después vendrían otros grandes debuts: con la selección argentina en 1977, con Boca Juniors en 1981 y con el Barcelona en 1982, tras el que llegó su momento álgido como campeón del Mundial 86.