Al-Khelaifi contra la pared

Los fracasos que durante una década lleva acumulando el PSG en Europa inquietan en el país árabe y generan mucho nerviosismo en Al-Khelaifi, que le llevan a perder los papeles cada vez que su equipo se estrella en Europa . El último capítulo, en el Bernabéu, amenazando de muerte a un empleado e increpando a los árbitros tras ser eliminado por el Madrid en octavos denotan la sensación del ejecutivo de estar bajo la espada de Damocles . Este ataque de furia ha provocado que la UEFA le abra expediente y pida al Madrid un supuesto vídeo en el que se recoge el incidente. Al jeque se le agota la paciencia y a Al-Khelaifi las excusas.

Al-Thani fue generoso con Al-Khelaifi permitiendo que abandonara el negocio familiar (su padre era pescador de perlas) y colocándole al frente de QIA, un fondo de inversiones del reino árabe , que le ha permitido acumular una fortuna estimada en 7.000 millones de euros. A través de este instrumento, el emir compró el 70 por ciento del PSGen 2011 y el 30 restante al año siguiente. Colocó en la presidencia a Al-Khelaifi con un único objetivo: conquistar la Champions League. Le dio poderes plenipotenciarios y un crédito ilimitado. Y el mandatario no escatimó en gastos.

Cinco entrenadores (Ancelotti, Blanc, Emery, Tuchel y Pochettino) y una inversión de 1.400 millones después sigue sin alcanzar el objetivo. Ha convertido al PSG en una referencia en Francia, aunque el Lille le ganó la Liga el año pasado, pero en Europa ladra más que muerde . Lo demuestra su decepcionante trayectoria en la que únicamente ha alcanzado una final (en 2020 ante el Bayern) y una semifinal (2021 ante el City).

La obsesión de Al-Khelaïfi, nombrado árabe más querido de Francia por el gobierno en 2014 y posteriormente investigado por presunta corrupción en 2019, alcanzó cotas febriles hace cuatro temporadas, cuando desembolsó 222 millones por Neymar y otros 180 por Mbappé, desafiando el ‘fair play’ financiero y generando sospechas sobre la financiación del fondo de inversiones catarí. Ese año se estrelló en octavos ante el Real Madrid y al año siguiente ante el United.

Coleccionista de cromos (en sus primeros años fichó a Pastore, Lavezzi, Beckham, Ibrahimovic, Alves o Di Maria) y presionado por Al-Thani, rizó el rizo este pasado verano incorporando a Messi, Donnarumma, Ramos y Wijnaldum, todos con la carta de libertad , pero elevando de forma insostenible la masa salarial de una plantilla valorada en casi mil millones de euros. El enésimo fracaso de Al-Khelaifi le coloca en la picota. Tal vez Pochettino no se marche solo.